Santo Domingo

Condenados a 515 años de cárcel los etarras que atentaron en Legutiano

La Audiencia Nacional ha condenado a sendas penas de 515 años de cárcel a los etarras Aitor Cotano y Arkaitz Goikoetxea por preparar y ejecutar el atentado con furgoneta bomba contra el cuartel de la Guardia Civil en Legutiano (Álava), el 14 de mayo de 2008, en el que murió el agente Juan Manuel Piñuel.

En su sentencia, la sección cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional -compuesta por Ángela Murillo (presidente), Teresa Palacios (ponente) y Juan Francisco Martel- condena también a un colaborador de estos dos etarras, Iñigo Gutiérrez, a ocho años de cárcel por un delito de colaboración con banda armada.

El tribunal obliga además a los dos etarras a indemnizar con 500.000 euros "a los perjudicados por el fallecimiento"de Piñuel, su hijo de dos años y su mujer. También deberán indemnizar a los 27 agentes y familiares residentes en el cuartel que resultaron heridos con cantidades que oscilan entre los 1.600 y los 100.000 euros.

Goikoetxea y Cotano, para los que el fiscal pedía 534 años y 6 meses de cárcel, han sido considerados autores -el primero material y el segundo cooperador necesario- de un delito de asesinato terrorista (30 años), de 14 delitos de asesinato terrorista intentado (20 por cada uno), de otros 12 de asesinato intentado en diferente grado (15 años por cada uno), de uno de estragos (20 años), otro de daños (2 años) y de dos delitos de uso ilegítimo de vehículo (3 años cada uno).

Según el relato de hechos probados, el 11 de mayo de 2008, Cotano y su colaborador, Iñigo Gutiérrez, trajeron de Francia una furgoneta, sustraída en ese país y cargada de explosivos, sabiendo que "tales explosivos que traían"se iban a emplear en el atentado contra el cuartel de Villarela-Legutiano.

Tras dejar la furgoneta en Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), el 13 de mayo Cotano, Goikoetxea y un tercer miembro de este comando "Hegoak"-Eneko Zarrabeitia, detenido en Francia- acudieron con dos coches -un Peugeot 306 y un Opel Astra-, uno para utilizarlo para la huida del lugar del atentado y otro como lanzadera en el recorrido de los vehículos hasta el cuartel.

Los tres se dirigieron a Legutiano y llegando al lugar del atentado, Cotano continuó en dirección Bilbao y Goikoetxea se dirigió al cuartel y estacionó la furgoneta bomba junto a la puerta de acceso al edificio, y, tras dejar preparado el artefacto explosivo, huyó en el Peugeot 306 junto a Zarrabeitia.

Goikoetxea y su otro compañero abandonaron el vehículo, que habían cargado de explosivos, en el alto del puerto de Urkiola, en Abadiño (Vizcaya), y lo dejaron preparado para que explotara a las seis de la madrugada, aunque finalmente fue localizado unas horas antes, "lo que permitió acceder al turismo, inspeccionarlo y hacerse los investigadores con vestigios que pudieran ser relevantes".

La furgoneta estalló a las 2.55 horas del 14 de mayo, "no dando tiempo a esquivar o al menos pretender reducir sus efectos, dado que no hubo llamada de aviso", ya que la explosión se produjo "a los dos minutos de ser aparcada a las puertas del edificio", buscando con ello "el mayor número de daños personales y patrimoniales".

Los cerca de 200 kilos de explosivos empleados en el atentado causaron la muerte en el acto de Piñuel, de 41 años, "buscada por los acusados", y heridas, "sin ese resultado letal, también deseado por aquellos"a otras 27 personas residentes en el cuartel, destaca la Sala.

El hallazgo del Peugeot 306 permitió extraer el perfil genético de Goikoetxea, mientras que en el turismo en el que Cotano y Gutiérrez dijeron ante la Policía haber viajado a Francia para recoger la furgoneta -un Renault Megane, propiedad de un amigo-, también se encontró ADN de ambos.

Para condenar a ambos etarras y a su colaborador, la Sala esgrime, además de estas pruebas, las declaraciones inculpatorias, detalladas y coincidentes de los tres acusados a raíz de su detención.