Comunidad de Madrid

«Yo entraré en la cárcel pero tu irás a la tumba»

Horas antes del suceso, el asesino amenazó a Héctor frente a una pizzería

Los efectivos sanitarios intentaron reanimar a Héctor durante 40 minutos, pero fue imposible
Los efectivos sanitarios intentaron reanimar a Héctor durante 40 minutos, pero fue imposiblelarazon

Alrededor de las cuatro de la madrugada, Héctor Valero Alcalde y Alberto Aragonés Bermejo, conocido como « El Confli», tuvieron su primera pelea en la puerta de la pizzería Hot, en Sevilla la Nueva. Según los vecinos del pueblo, Alberto –el presunto homicida– increpó a Héctor porque en los próximos días iba a declarar como testigo en un juicio en el que se acusaba a Aragonés de un delito de lesiones contra un amigo. Al parecer, sus palabras hacia Héctor fueron: «Yo voy a ir a la cárcel, pero tú estarás en la tumba». Pero nadie pensaba que iba a cumplir sus amenazas. Después de intercambiarse unos gritos, ambos grupos se separaron, aunque la bronca no había terminado para «El confli», que fue a su casa a por un cuchillo. Sobre las siete de la madrugada, Héctor, junto con su hermano Sergio y varios amigos de la peña La Fuga, a la que pertenecía, se fueron a tomar un café a la terraza del bar El Estanco. Poco después, «El Confli» llegaba en su coche con tres amigos. Los dos grupos volvieron a discutir y Alberto sacó un cuchillo. Un amigo de Héctor intentó sujetarlo, pero no pudo retenerlo ya que sufrió una herida en la pierna izquierda. Cuando Alberto se vio libre se abalanzó sobre Héctor y le apuñaló en el brazo y en el tórax. Según los conocidos de Héctor, al notar que sangraba, el chico entró en el bar a pedir ayuda mientras decía «estoy sangrando pero no sé por dónde». Después se sentó en una silla y unos segundos más tarde, se desplomó. Rápidamente llamaron a Emergencias. El equipo sanitario intentó reanimarlo durante 40 minutos, pero fue imposible y sólo pudieron confirmar su muerte.
Mientras, «El Confli» volvió a montarse en el coche y se dirigió hacia Navalcarnero, donde fue detenido por la Guardia Civil. Tenía la ropa manchada de sangre y al ser preguntado por los agentes, confesó el crimen. Se prevé que hoy pase a disposición judicial y que ingrese en de forma inmediata en en prisión preventiva a la espera de que se celebre el juicio.


El pasado de «Confli»
Todo el pueblo conocía a Alberto Bermejo, de unos 30 años y apodado «El Confli» por su habitual presencia en todos los conflictos de Sevilla La Nueva. Según cuentan los habitantes de esta localidad madrileña, el chico llegó al municipio junto con sus padres hace alrededor de 7 años. Su adicción a las drogas ha hecho que se haya visto envuelto en altercados en más de una ocasión, por lo que en su historial, antes de su encuentro con Héctor, tenía ya varios antecedentes policiales.
Al no trabajar, empezó a robarle dinero a sus padres, «a los que arruinó, y se fueron del pueblo dejándole aquí solo», aseguró ayer una vecina. En Sevilla la Nueva declaran que «El Confli» era un chaval «normal» cuando no se drogaba «incluso cobarde», pero cuando consumía y bebía alcohol se convertía en una persona «muy agresiva», que echaban siempre de las discotecas porque que atemorizaba a todos. Insisten en que fue a su casa a por el cuchillo para matar a Héctor y aclaran que no ha sido un conflicto entre peñas, «ya que Alberto no pertenecía a ninguna».


Se suspenden las fiestas y se decreta el luto oficial
La muerte de Héctor ha hecho que el Ayuntamiento de Sevilla La Nueva haya suspendido las fiestas patronales que empezaban ayer. Además, la Corporación aprobó por unanimidad de todos los grupos políticos personarse como acusación popular cuando se pueda acceder al resultado de las investigaciones. Además, se declaró luto oficial hasta el 19 de septiembre y las banderas ondearán a media asta hasta entonces. Ayer a las 21:30 horas, decenas de jóvenes, miembros de peñas del municipio, se concentraron en la plaza de España para hacer un minuto de silencio en señal de recuerdo por el joven asesinado. Todos están de acuerdo en que se hayan suspendido las fiestas porque «después de esto a nadie le apetece salir a divertirse», declaraban.