Cataluña

Más de 14000 niñas residentes en España padecen riesgo de mutilación genital

Más de 14.000 niñas que viven en España, unas 4.300 de ellas en Cataluña, están en riesgo de sufrir Mutilación Genital Femenina (MGF) porque son de familias originarias de países donde se practica la ablación, una tradición que se extiende por el mundo en forma de diáspora inmigratoria.

Estos datos han sido aportados hoy por la antropóloga de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) Adriana Kaplan, que preside la nueva Fundación Wassu, una institución pionera en España para la atención y la prevención de la mutilación genital femenina, creada por la UAB y que alberga el Observatorio Transnacional de Investigación Aplicada a Nuevas Estrategias para la Prevención de las MGF.


La profesora Kaplan, que desde hace 25 años trabaja en programas de prevención de la MGF, ha explicado que la fundación nace con la intención de transferir los conocimientos de la investigación a la sociedad y formar a los profesionales de la salud, la docencia y la asistencia social de España y Gambia para erradicar esta práctica.


La Fundación, con un presupuesto inicial de medio millón de euros, trabaja en colaboración con el gobierno de Gambia y la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID) en un proyecto pionero en Gambia por el que ya se han interesado otros países como Mauritania, Kenia, Tanzania y Etiopía.


El proyecto consiste en concienciar a las comunidades que practican este ritual a través del conocimiento científico de los perjuicios que causa la MGF a la que son sometidas cada año 140 millones de mujeres y más de 3 millones de niñas en el África Subsahariana. Adriana Kaplan ha denunciado que esta práctica se está extendiendo a otros países donde antes no se realizaba, como determinadas zonas de Pakistán, India, Malasia, Indonesia e incluso a Australia, con la llegada de refugiadas somalíes.


También en Colombia y Perú han comenzado a detectarse algunos casos en comunidades indígenas, ha alertado la directora de la Fundación. Kaplan ha explicado que el trabajo de la fundación se ha centrado en España y Gambia porque en ese país la prevalencia de la MGF es del 78 %, una de las más altas de África, y las mujeres gambianas que viven en España tienen la tasa de natalidad más alta.


La directora de la Fundación Wassu ha reconocido que en España el trabajo con los profesionales de la atención primaria en salud, educación y trabajo social ha favorecido la disminución de casos de MGF en niñas inmigrantes y ese mismo trabajo se está llevando a cabo en Gambia trabajando con los profesionales de la salud y el apoyo de la vicepresidencia del gobierno gambiano.


Kaplan cree fundamental el papel de los profesionales de la salud para aconsejar y detectar casos de MGF y ha alertado que muchos ginecólogos españoles aún no distinguen en los genitales femeninos de una mujer si ha sufrido una mutilación de tipo I, II o III, algo que es habitual en Gambia, en este caso porque los médicos acostumbran a ver a las mujeres ya mutiladas.


La mutilación de tipo I es la eliminación del prepucio del clítoris y la II el corte total o parcial del clítoris, a veces con corte de labios menores. Estas dos tipologías son las más comunes en el África Occidental, mientras que en la Oriental abunda la de tipo III, que es la ablación total con sutura de los labios de la vulva.


Kaplan ha advertido que los estudios clínicos llevados a cabo por su observatorio han constatado que las mujeres que ha sufrido MGF tienen 4,5 veces más probabilidades de tener problemas en el parto y que una de cada tres presentan complicaciones al someterse a la mutilación.


Estos estudios son lo la herramienta de la Fundación para convencer a las abuelas y a los líderes de las zonas donde se practica, "porque ir con discursos doctrinales y de derechos humanos no sirve en sitios donde tienen problemas de pobreza, de salud y de hambre más acuciantes".


En este sentido, ha destacado la dificultad de erradicar esta práctica en Gambia, donde un 48 % de los profesionales de la salud están a favor de la MGF. La mutilación genital femenina, "sunna"o "ñyakaa", se practica por tradición cultural preislámica y se suele realizar en el marco de un rito de paso de la infancia a la edad adulta, por lo que la Fundación propone en Gambia un rito alternativo mediante vídeos traducidos a cinco idiomas locales.