Finlandia

Los deportes absurdos son para el verano

Tan sólo un reducido número de deportes gozan de un reconocimiento casi universal. El fútbol, gracias a genios del balón en los pies como Pelé, Maradona o Zidane, o el baloncesto, con la figura de Michael Jordan como estratosférico mediador entre la bola naranja y el aro, pueden permitirse el lujo de trascender límites nacionales y culturales. En cambio, otras disciplinas pueden llegar a ser consideradas como raras, extrañas o, simplemente, impopulares.

Hinterzarten, en Alemania, alberga la prueba más famosa de esquí sobre hierba
Hinterzarten, en Alemania, alberga la prueba más famosa de esquí sobre hierbalarazon

El cricket en EE UU o el hockey sobre hielo en Suramérica son claros ejemplos de la tremenda polaridad en el seguimiento; otros casos suponen que algunas personas llegan a poner en cuestión su condición de deporte, al menos en los mismos términos que lo son los deportes masivos. El tiempo estival, en el que la mayoría de los grandes competiciones se toman un respiro, propicia la aparición de otras ocurrentes prácticas físicas.

Carrera de obstáculos portando a mujer.

Con origen en Finlandia, esta modalidad se ha extendido por países cercanos como Suecia o Estonia, e incluso ha tenido acogida en el estrambótico territorio estadounidense. En el estado de Wisconsin se celebra cada mes de octubre el Campeonato de Norteamérica, aunque el de Sonkajärvi (Finlandia) es la que goza de mayor prestigio internacional.

Se celebra cada mes de julio y el peculiar baloncestista Dennis Rodman estuvo presente hace unos años, aunque no llegó a competir. Rodman no portó a su cónyuge, como es habitual en la prueba.

Hockey bajo agua.
Con decenas de grados celsius invadiendo las calles de medio mundo, la piscina es un remedio casi obligado para combatir el calor. Los tradicionales deportes de piscina, el waterpolo y la natación, han dado paso a una disciplina mucho más curiosa: el hockey bajo el agua. Ataviados con gafas de buceo, guantes y pequeños "sticks"para golpear, los participantes intentan conseguir un gol en la portería contraria.

Aunque ha tenido cierto grado de aceptación en países de la Commonwealth (Canadá, Nueva Zelanda...), goza de escasa popularidad. La razón es simple: la salida a superficie para tomar oxígeno es imprescindible, y esto ralentiza increíblemente la velocidad de los encuentros.

Saltos de esquí (sin nieve).
Sobre nieve tiene la categoría de deporte olímpico. Sin ella, no deja de ser una prueba curiosa que permite a espectadores y competidores disfrutar del paisaje montañoso sin la presencia imprescindible de aquel elemento. La prueba de Hinterzarten, ciudad en el suroeste de Alemania, es una de las más famosas. Eso sí, no tiene el encanto de los saltos del día de Año Nuevo.

Maratón hombre contra caballo.
Cada mes de junio las tierras galesas acogen una competición poco convencional. Si en las maratones es el hombre quien lucha contra el hombre y consigo mismo, en esta región británica es el caballo quien lucha contra el ser humano.

Su origen está en 1980, cuando un propietario de la zona escuchó a dos hombres discutir sobre quién ganaría una carrera entre un equino y un hombre. El torneo celebró hace dos meses su trigésimo aniversario y goza de gran reconocimiento en la zona, con importantes casas de apuestas como mecenas.

Carrera tras el queso rodante.

Ésta es quizás la más hilarante de todas las actividades enunciadas. Cada primavera en la localidad inglesa de Gloucester, al suroeste de Inglaterra, se celebra una competición, cuanto menos, curiosa. Centenares de participantes inician una carrera colina abajo en persecución de un queso previamente arrojado desde lo alto. La persona que primero llegue abajo tras el queso, gana.

En sus más de 200 años de existencia, el lácteo jamás golpeó a algún asistente, salvo en 1997, cuando el objeto se desvió de su camino e hirió a un espectador. La edición de 2010 no se ha celebrado oficialmente debido a problemas de seguridad por la masiva llegada de visitantes al evento, lo que no impidió que se celebrara una versión no oficial.


La tradición tiene más peso en estas celebraciones, primando sobre el mero aspecto deportivo. Y es que el verano hace siglos daba para mucho.