Turquía
De la cancha a comisaría
En Salónica, en los ochenta, era más que habitual ver volar sillas y dracmas desde la grada hacia la pista. Cuando los seguidores del Aris se moderaron llegó la guerra entre Olympiacos y Panathinaikos, dos de los equipos que más se odian de Europa.
Partidos en finales que se suspenden, bengalas, peleas multitudinarias, amenazas de muerte, jugadores que no pueden abandonar los pabellones, persecuciones a los rivales tijeras en mano... Con esos antecedentes, Grecia y Serbia protagonizaron la mayor tangana que se recuerda en Europa en un partido amistoso y todo comenzó precisamente entre un jugador del Olympiacos (Teodosic) y otro del Panathinaikos (Fotsis). Con 74-73 y más de dos minutos por delante, una falta del base serbio desató el caos.
Insultos, escupitajos, Velickovic echó la mano al cuello de Fotsis y ambos banquillos se levantaron para comenzar una batalla campal en la que los más activos fueron Schortsianitis (Olympiacos, 2,06 y 150 kilos) y Krstic (Oklahoma City Thunder, 2,13 y 120 kilos). Cuando las dos plantillas entraron en combate, la pelea se trasladó de un lateral de la cancha a las vallas que separan la pista de la grada. Con «Baby Shaq» golpeando a todo el que estaba a su alrededor y el pívot serbio haciendo blanco con cualquier griego que andara cerca, el corro se deshizo. Schortsianitis y Bouroussis se fueron a por Krstic y éste se sintió acorralado y respondió con un sillazo en la cara del griego. «Cometí una estupidez», aseguró luego el NBA balcánico. De la cancha fue trasladado a comisaría y pasó la noche en el calabozo. En su declaración al fiscal se mostró arrepentido y únicamente será castigado con una sanción económica. La FIBA podría dejar a los implicados fuera del Mundial, pero una medida tan drástica se da casi por descartada.
Ambos equipos estarán a partir del próximo sábado en el Mundial de Turquía. Están en diferentes grupos en la primera fase, pero en las eliminatorias directas Krstic, Schortsianitis y Bouroussis podrían volver a cruzarse.