Valencia

Ferraz teme el efecto contagio de primarias tras la irrupción del ex ministro en Valencia

Hace tiempo que en el PSOE admiten sin ambages que el PSPV no ha sabido rentabilizar los problemas del PP valenciano, ni el desgaste de Francisco Camps, ni los líos del caso Gürtel…

La Razón
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Hace tiempo también que reconoce que Jorge Alarte no es el mejor candidato para arrebatar a los populares la Generalitat valenciana, que no ha sabido aglutinar a las bases y que las encuestas no le son favorables. A diferencia del caso de Madrid y Tomás Gömez, en Ferraz no han hecho un solo movimiento para que el secretario general de los socialistas valencianos diera un paso atrás y cediera la candidatura a nadie.

La historia del socialismo madrileño y el valenciano está llena en los últimos 20 años de parecidas páginas sobre guerras fratricidas por el poder orgánico, luchas intestinas y cuotas de familias. De ahí que haya quién se pregunte por qué Madrid ha sido objeto de una operación federal para desestabilizar a Gómez y no así a Valencia y a Alarte. El caso es que cuando las aguas parecían bajar tranquilas en el PSPV, después de que el alcalde de Morella y diputado autonómico Ximo Puig –quien se enfrentó a Alarte en el último congreso regional– llamara a la unidad y renunciara a presentarse a las primarias, el ex ministro Antonio Asunción irrumpió ayer en la escena para anunciar su disposición a batirse el cobre.

El que fuera ministro del Interior con González hasta la fuga de Luis Roldán daba al traste con los planes de la dirección federal de que no hubiese primarias en las federaciones territoriales. Temen el efecto contagio. No en vano en Murcia, el alcalde de Calasparra, Jesús Navarro, ha hecho pública su intención de competir con la candidata «oficialista» Begoña García. Canarias parece que está dispuesta a seguir la misma senda e idem las ciudades de Cáceres y Málaga.

De momento, en Valencia, Asunción ha irrumpido con un alegato tremendamente crítico a sus colegas valencianos. «En el PSPV hay más fijación por mantener el puesto que por ganar», decía quien abandonó las labores de jefe de la oposición de la Generalitat valenciana tres meses después de perder las elecciones frente a Eduardo Zaplana en 1999.