NBA

Memphis

Una década prodigiosa

Una década prodigiosa
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MADRID- En 2002, mientras Pau Gasol se postulaba como «rookie» del año y se estrenaba en un «All-Star», Marc se paseaba por los pasillos del First Union Center de Filadelfia con la boca abierta. Era un adolescente de 2,10, el hermano de Pau, y así se presentaba a Shaquille O'Neal, Kobe Bryant y demás estrellas de la Liga. Marc era un jugador de instituto que en su último partido con el Lausanne High School había anotado 32 puntos, que pesaba 150 kilos y sobre el que existía una seria preocupación en la Federación por su evolución en Estados Unidos. Había pasado del Barça, de estar en uno de los clubes más organizados de Europa, que le controlaba el peso todas las semanas, a un instituto en el que su progresión dependía exclusivamente de sí mismo. Promedió 26 puntos, 13 rebotes y 6 tapones, hace cuatro años le retiraron la camiseta, pero en esa etapa se echó a perder físicamente.

Cuatro años antes de que la familia Gasol se instalara en Memphis, con 13 años, llegó al preinfantil del Barcelona. El club le fichó porque era el hermano de quien era, por su altura y porque los ojeadores barcelonistas sospechaban que allí había otro gran jugador. «Es que tenía talento, era muy listo y tenía muy buena mano... No era su hermano, pero...», se comenta desde la Federación. Cuando regresó del instituto americano en 2003 se reintegró al Barça. Aunque llegó muy mal físicamente, no dejó de crecer como jugador. Salvo la etapa con Dusko Ivanovic en el Barça y por la que «huyó» del Palau a Gerona, la evolución fue constante. Llegó el Mundial de Japón, el dominio de la ACB con el Akasvayu y el salto a la NBA. Tres años y medio le han bastado para colarse entre los 24 mejores jugadores del planeta. Su hermano tardó un año más.

La extraordinaria temporada de Marc tiene todavía más repercusión porque los últimos dos meses han sido en los que más exigido ha estado en Memphis. Ha mejorado en todo. Anota, rebotea, pasa como nunca y su equipo está en posiciones de «play-off». La lesión de Zach Randolph aumentó sus responsabilidades en el juego interior y la respuesta ha sido tan sobresaliente como su salario, casi 13 millones de dólares esta temporada. Él, en declaraciones a Efe, se muestra tan modesto como siempre: «No me esperaba estar aquí para nada. Es algo único, bonito, pero lo importante es la temporada. Eso sí, cuando llegue el partido del domingo me pondré un poco más contento». Será el segundo Gasol en el mayor escaparate del mejor baloncesto del mundo.

 

Ricky pudo con Lin
La NBA sabe vender su producto como nadie. Y en el «pack» de esta temporada, las dos piezas más cotizadas son Jeremy Lin y Ricky Rubio. El base de origen taiwanés se ha convertido en el gran fenómeno de la Liga y fue incluido en el Fin de Semana de las Estrellas nada más confirmarse su espectacular irrupción en los Knicks. Hasta la llegada de Lin, Ricky era el protagonista. Ambos se midieron en el primer acto del «All-Star». Consistía en superar el récord Guinnes de canastas consecutivas desde detrás del aro. Ganó el español después de encestar 16 seguidas.