Estados Unidos

Crecen los «ataques internos» en Afganistán en 2012 pese a las medidas de seguridad

Cerca de medio centenar de soldados de las fuerzas multinacionales desplegadas en Afganistán han perdido la vida en 2012 en ataques desde el interior, conocidos como "green on blue"(verde contra azul), similares al que hoy sufrieron las tropas españolas en la región afgana de Moqur.

 En la citada acción, la segunda de esta naturaleza que sufren los efectivos españoles en territorio afgano, murió a tiros uno de los atacantes y resultó herido leve un teniente español perteneciente a un Equipo de Asesoramiento Militar, dedicado a instruir a los militares afganos, informaron a Efe fuentes del ministerio de Defensa.

En un incidente similar, dos guardias civiles españoles, y un intérprete español de origen iraní perdieron la vida en Qala-i Naw en agosto de 2010 cuando impartían clase a miembros de la Policía afgana.

Estos ataques, cuyo nombre hace referencia a los colores de los uniformes internacional y afgano, se han recrudecido a lo largo de 2012, frente a los más de treinta registrados en 2011, pese a las medidas especiales de seguridad que la alianza multinacional se ha visto obligada a desarrollar para intentar detenerlos.

Su aumento coincide, además, con el anuncio de Estados Unidos de que retirará el grueso de sus tropas en Afganistán a lo largo de 2014.

Habitualmente, son obra de milicianos taliban que logran infiltrarse en las fuerzas de seguridad afganas o usan sus uniformes, mientras que otros casos se consideran fruto de choques por diferencias culturales o personales.

Para tratar de detenerlos, el pasado 3 de febrero los países de la OTAN acordaron elaborar un plan urgente para mejorar la lucha contra la infiltración de insurgentes en las fuerzas armadas de Afganistán.

Además, el 13 de agosto la OTAN recomendó a las autoridades de Afganistán "revisar"los procesos de reclutamiento, y aunque el 2 de septiembre un portavoz de la ISAF había anunciado que el organismo detendría el entrenamiento de reclutas afganos, solo EEUU confirmó que interrumpiría la formación de los cadetes de la Policía.

El 6 de septiembre, el jefe de la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF), general John Allen, anunció que las fuerzas aliadas y afganas habían elaborado una amplia estrategia para "mitigar"esa ola de ataques.

Días después, el 18 de septiembre la ISAF informa de que habían decidido reducir provisionalmente el nivel de cooperación con el Ejército afgano y revisar los protocolos de contacto con la población local.

El 1 de octubre, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, reconocía que los numerosos ataques "green on blue"contra las tropas aliadas perpetrados por soldados y policías afganos "han minado la confianza"entre las fuerzas internacionales y sus socios afganos.

El incremento de esos ataques obligó al presidente de Afganistán, Hamid Karzai, a destituir en septiembre al jefe de los servicios de inteligencia afganos, Rahmatulá Nabil, a quien los medios locales responsabilizaban de las infiltraciones.

Por su parte el Ministerio afgano de Defensa arrestó y expulsó a "cientos de soldados", relacionados con esa ola de ataques a sus colegas extranjeros.

Las tropas internacionales comenzaron de manera escalonada su repliegue de Afganistán en 2011, con la transferencia gradual de las responsabilidades de seguridad a los efectivos del Ejército y Policía del país.

La Alianza ha formado a un numeroso cuerpo armado y policial en Afganistán, que debe permitir la salida progresiva de las fuerzas internacionales del país a finales de 2014.