Europa

Deuda Pública

El «no» de Merkel acerca más la petición de ayuda

El Gobierno tendrá que acelerar el plan de privatizaciones para hacer frente a un incremento de la deuda pública, que alcanzará el 95% en 2013

La negativa de Angela Merkel a que la línea de crédito para sanear la banca española no compute como deuda deja al Gobierno más cerca de la petición de ayuda del Banco Central Europeo, que puede producirse antes de un mes, según fuentes gubernamentales.
La negativa de Angela Merkel a que la línea de crédito para sanear la banca española no compute como deuda deja al Gobierno más cerca de la petición de ayuda del Banco Central Europeo, que puede producirse antes de un mes, según fuentes gubernamentales.larazon

MADRID-La decisión de la canciller alemana, Angela Merkel, de revisar los acuerdos del Consejo Europeo de junio y oponerse a la recapitalización retroactiva para la banca española nos acerca todavía un poco más a la petición de ayuda al Banco Central Europeo (BCE). Ésa es la conclusión del Gobierno español. Pero en el equipo económico del Ejecutivo aún consideran más preocupante otra cuestión: «Lo realmente grave es que Alemania está condicionando el euro y su no irreversibilidad». Merkel estará en campaña durante casi un año y la sensación en medios gubernamentales es que a partir de ahora todo irá, si cabe, aún más lento en una Europa «que da un paso adelante y dos para atrás».

Los 40.000 millones de euros que costará el revés de Merkel computarán como deuda, no como déficit, y en eso justifican desde el Gobierno que la ayuda a la banca no vaya a implicar nuevos extraordinarios ajustes y recortes. Otra cosa distinta es la financiación de los intereses de esa deuda –aunque, en teoría, sean los bancos los que tengan que devolverla– y de la deuda total de España. Por eso, aunque el Ejecutivo descarta nuevos ajustes «sólo por culpa de los bancos», sí que admite que el «no» a la recapitalización bancaria hace aún más necesario pedir la línea de crédito al Banco Central Europeo (BCE) para que intervenga en el mercado secundario en la compra de bonos. «Aunque sea el rescate virtual, sí que parece aún más necesario», precisan fuentes solventes. Siguen hablando de semanas: dos, tres, cuatro… No más.

Por el sector privado
El Gobierno entiende que la rebaja de la prima de riesgo hasta el entorno de los 370 puntos no es suficiente. Es un buen signo, que está por ver si se mantiene en el tiempo, y que, en cualquier caso, no basta a las empresas y al sector privado. «Para que nuestras empresas puedan ser competitivas necesitan una prima de riesgo que esté en los 200 puntos. Cualquier otra alternativa puede ser sobrellevada por el sector público, pero no por el privado», precisan las fuentes consultadas.

La negativa de Angela Merkel obligará al Gobierno a introducir algunas modificaciones en los Presupuestos Generales del Estado para el próximo año, que siguen su tramitación parlamentaria, y a acelerar un plan de privatizaciones que sigue «paralizado» a la espera de mejores condiciones de los mercados.

Los 40.000 millones de euros que el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, adelantó hace un par de semanas que pediría España dentro del programa de ayuda bancaria, supondrán una carga de cuatro puntos porcentuales en la cifra de endeudamiento de nuestro país. La previsión del 90,5% del PIB con la que los Presupuestos Generales del Estado estiman que cierre la deuda de las administraciones públicas se va a quedar corta. El rescate bancario puede acercarla al 95%.

Vender lo que se pueda
Una de las posibilidades que el Gobierno tiene es vender sus participaciones accionariales en empresas públicas o empresas que controla en su totalidad. Muchas de ellas, llevan años en poder del Estado, por lo que únicamente la necesidad de hacer caja puede compensar la poco favorable situación del mercado.

Loterías y Apuestas del Estado, Aena y Renfe son las apuestas más claras, aunque la decisión de su privatización plantea problemas. Ya en mayo, Economía preparó un plan para ingresar entre 20.000 y 30.000 millones de euros con el fin de amortizar deuda. El plan incluía privatizar hasta sociedades y servicios prestados por las comunidades autónomas y vender las participaciones accionariales en EADS (5,5%), Enagas (5%), IAG (2,7%) o Red Eléctrica (20%), por ejemplo. El problema es que los inversores son muy selectivos y la Bolsa no está para, precisamente, obtener plusvalías.