Italia

ANÁLISIS: Un sistema más eficiente por Maurizio Ambrosini

La Razón
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¿Cómo se llega a la reestructuración de las provincias?
–Fue la Unión Europea la que pidió a Italia hace tiempo que simplificase su organización administrativa para lograr así un ahorro en el gasto público. La decisión, por tanto, viene de arriba. Aunque no existía una gran inquietud popular para eliminarlas, la gente ahora está más concienciada y acepta que se reduzca el coste de la política. Eso sí, cuando la que desaparece es la provincia en la que uno vive, hay quien se lamenta. Tal vez veamos a colectivos defender la existencia de sus administraciones provinciales.
¿Por qué no se han eliminado todas?
–La reestructuración ha ido haciéndose cada vez menos dura. Primero se dijo que iban a desaparecer todas, luego que se les iban a quitar más competencias de las que ahora realmente se quitarán... Al final, no ha ido demasiado mal, se salvan 51, alrededor de la mitad. Algunas de las provincias que se unifican se habían separado de forma estúpida hace 20 años siguiendo sólo intereses políticos.
¿Será positiva la creación de la administración de las ciudades metropolitanas?
–Espero que sí. Este nuevo organismo responde a una necesidad real del territorio. En asuntos como los transportes públicos y el control de la contaminación, los ayuntamientos de las ciudades grandes no tenían capacidad para gestionarlo todo. En capitales como Milán, el espacio del municipio es relativamente pequeño, enseguida empiezan zonas controladas por otros ayuntamientos. La creación de la administración de las ciudades metropolitanas puede resolver problemas. En cualquier caso, no hay que demonizar la institución de las provincias. Han estado presentes en Italia desde la época de los Saboya.
 

Maurizio Ambrosini
Profesor de Sociología Económica de la Univ. de Milán