Valencia

Sobresalto tras sobresalto

La Razón
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Con todo lo que le está cayendo, no acaban las sorpresas para el secretario del PSPV, Jorge Alarte, y su guardia pretoriana. Cuando todo parecía haberse encauzado en la ciudad de Valencia con el susto a Carmen Alborch para retirarla de la carrera municipal -otros aseguran que el susto lo dio ella retirándose-, apareció ayer un tal Rubens Gómez da Silva, para disputar las primarias al Ayuntamiento capitalino al ungido por Alarte y el lermismo, que ayer parecía ser Joan Calabuig, el que abanderó la cruzada europea contra el urbanismo valenciano, que tanto dañó a la economía de la Comunitat y, por tanto, a Valencia. La batalla del «cap i casal» sigue sin final.
El francotirador se denomina miembro de un desconocido G-7, movimiento mimético a aquel G-4, que formaron en su día los alcaldes de Alaquàs, Quart de Poblet, Xirivella y Benetússer y que tan buenos frutos dio a tres de ellos: Alarte, Martínez y Santamaría.
Lo cierto es que la calma no llega al PSPV. El pacto entre Alarte y Ximo Puig (lermista) ya se ha llevado por delante a Alborch, que se las prometía tan felices. Y es que la aparición de Antonio Asunción ha provocado la dura reacción del «aparato», que quiere controlar todos los flancos. Así es la vida.