Felip Puig

Más Policía que con el Papa

Barcelona acoge el mayor despliegue de seguridad desde los Juegos Olímpicos

Más Policía que con el Papa
Más Policía que con el Papalarazon

BARCELONA- Un despliegue policial nunca visto en Barcelona. La promesa de mano dura contra el vandalismo en las calles hecha por el Ministerio de Interior que dirige Jorge Fernández se notó, y mucho, ayer en la primera jornada de la cumbre del Banco Central Europeo (BCE). Fue un día de prolegómenos, que terminó con un acto protocolario y una cena en la Generalitat, presidida por Artur Mas, a la que asistieron los banqueros presentes en la reunión.

Unos 8.000 policías han tomado la capital catalana hasta mañana, en el mayor dispositivo desde los Juegos Olímpicos de 1992 y superior incluso a la visita del Papa de 2010. Los Mossos d'Esquadra aportan 4.500 efectivos, la Policía Nacional 2.300 y la Guardia Civil, 1.200. Cada una de estas fuerzas de seguridad tiene adjudicadas unas tareas, pero lo más importante es que esta vez su presencia es abrumadora en cada rincón de la ciudad.

Controles cada cien metros para llegar del aeropuerto de El Prat al Hotel Arts de Barcelona, donde se alojan los asistentes a la cumbre del Banco Central Europeo. Las fuerzas de seguridad no han escatimado esfuerzos para preparar un dispositivo que el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, y el consejero de Interior de la Generalitat, Felip Puig, calificaron de «ejemplar» en cuanto a coordinación.

Dos mandos
Dos centros de mando –uno para los agentes de la Policía Nacional y los de la Guardia Civil, y otro para los Mossos desplegados– coordinan los trabajos para evitar que Barcelona vuelva a dar una imagen lamentable como ocurrió el 29–M, cuando los radicales destrozaron el centro de la ciudad.

No parece fácil que se repita esta situación. A la espera de las manifestaciones de hoy, la ciudad está vigilada al milímetro. Desde las alcantarillas hasta el aire, ya que Policía Nacional, Guardia Civil y Mossos d'Esquadra aportan un helicóptero en cada caso. Estuvieron sobrevolando las calles del centro durante toda la tarde.

La incógnita es la reacción del colectivo del 15–M en una ciudad que es la capital antisistema de Europa y en una fecha cercana al primer aniversario del «movimiento». Conocido es su odio al capitalismo, pero ayer pareció que se echaban atrás. Tras una manifestación más o menos pacífica el 1 de mayo –hubo cuatro detenidos– los indignados afirmaron que se limitarán a hacer caceroladas durante esta cumbre. Fuentes policiales consultadas por LA RAZÓN señalaron que no dan mucho crédito a este anuncio.

La respuesta es el blindaje total de las zonas relacionadas con el evento. Era imposible ayer acercarse al citado Hotel Arts sin pasar por controles policiales, y están vigilados todos los accesos a Barcelona, por tierra, mar y aire. Esto se traduce en patrullas de los Mossos en todas las carreteras que se dirigen a la capital catalana, vigilancia de la Guardia Civil en el puerto, y un fortísimo dispositivo alrededor de los bancos de la plaza de Cataluña, en la Delega ción del Gobierno y, evidentemente, en el Centro de Convenciones Internacional de Barcelona, edificio en el que se desarrolla la cumbre.

La prioridad ayer era el recorrido entre el aeropuerto y el Hotel Arts y entre éste y la Generalitat. Había cada 20 metros patrullas de los Mossos, formadas cada una por dos agentes. Cabe destacar la presencia de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Sus mejores especialistas en la lucha contra el vandalismo y los antisistema están en Barcelona, bajo el mando de Ulloa.
Las inmediaciones del centro de convenciones de la cumbre fueron ocupadas paulatinamente por estas fuerzas de seguridad. No obstante, una encargada del Hotel AC, a pocos metros de este edificio, explicó a este diario que no tienen instrucciones policiales para enfrentarse a posibles altercados. Los responsables de un restaurante muy cercano explicaron que, teniendo en cuenta los precedentes de Barcelona, tienen miedo a destrozos protagonizados por los radicales.

La Policía detiene a 17 personas en la frontera con Francia
Unos 1.000 agentes de la Policía Nacional permanecerán hasta mañana en los puestos fronterizos hacia Francia de La Jonquera, Port Bou, Puigcerdà, Camprodon, Les y Canfranc. Hasta el momento, se ha detenido a 17 personas y se ha denegado la entrada a España a 43 más. En el caso de los arrestos, la mayoría son por tener órdenes de búsqueda y captura en sus respectivos países. La Policía ha incautado armas, sprays y máscaras propias del colectivo de los indignados.