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EL ANÁLISIS: Pudo evitarse la crisis alimentaria

La Razón
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- ¿Cuáles son las causas de esta crisis en el Cuerno de África?
–La escasez de lluvia ha provocado una grave sequía que impide niveles normales de cosecha y ganado y la subida del precio de los alimentos básicos alcanza el 240% en lugares como Somalia. Para empeorar las cosas, muchos de los afectados viven bajo el conflicto y en algunas zonas el acceso a los necesitados es difícil. Pero la raíz de la crisis es la profunda pobreza y la falta de inversión.

- ¿Qué responsabilidad tienen las naciones con recursos?

–La responsabilidad última recae sobre los gobiernos nacionales, pero la dimensión de esta crisis va más allá de la capacidad de respuesta de un sólo gobierno. Podría haberse evitado implementado las políticas de desarrollo en estas regiones y si se las hubiera apoyado para desarrolar su resiliencia ante choques climáticos.

- ¿Qué papel están jugando los gobiernos vecinos?

–Etiopía y Kenia hacen lo posible para atender a los refugiados somalíes, pero ellos mismos tienen millones de personas en situación crítica (4,5 millones en Etiopía y 3,5 millones en Kenia). Kenia ha tenido que soportar muchos problemas derivados del conflicto en Somalia y merece más apoyo ahora. Está en sus manos facilitar la asistencia adecuada a los más de 300.000 refugiados de Dadaab, y para ello es imprescindible que se habilite el uso de la extensión Ifo II, que permanece cerrada a pesar de que miles de refugiados necesitan ayuda desesperadamente.

- ¿Llega tarde la ayuda?

–Lamentablemente, sí. La reacción llega cuando el desastre ya amenaza vidas humanas y de los animales, mientras que las organizaciones que trabajamos en la zona alertamos sobre una posible acentuación de la crisis desde principios de año.


EL DATO
2,8 millones: Es el número de somalíes que se encuentran en situación crítica. Los estados vecinos que atienden a la población refugiada de ese país se enfrentan al mismo problema. En Kenia hay 3,5 millones de personas en esa situación, y la cifra asciende a 4,5 millones en Etiopía.