Premio Nobel de la Paz

El Nobel de la Guerra

La Razón
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La izquierda española ha descubierto, aunque no lo quiera reconocer, que su mito tiene los pies de barro. En su día me pareció un despropósito que Obama recibiera el Premio Nobel de la Paz. Era un galardón en previsión, no tiene otra explicación, de lo que haría en el futuro en favor de la paz. La realidad es que no ha hecho nada. Es como si me dieran el Nobel de Literatura por las novelas que algún día escribiré. El mundo está mejor sin la presencia de Bin Laden. No hay ninguna duda. Espero que el diablo lo acoja en su seno, que es donde mejor puede estar. La izquierda anda ahora inquieta sobre si hubo o no orden de ejecución. No quiero imaginar lo que diría si estuviera Bush en la Casa Blanca. La realidad es que Obama es un presidente guerrero. Ni siquiera ha cerrado Guantánamo. La izquierda mediática no quiere que recordemos que Bin Laden no ordenó el 11-M. Nadie sabe quién fue el autor intelectual. Hay muchos puntos oscuros. En cualquier caso, propongo que Obama sea recompensado con el Nobel de la Guerra.