Desarme de ETA

Pasos hacia la impunidad por Ángeles Pedraza

La Razón
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Ayer fue un día triste para las víctimas del terrorismo porque se abrió una puerta de desconfianza hacia la política antiterrorista. Desde un primer momento, la noticia fue un varapalo enorme para las víctimas y nuestros anhelos de justicia. Después de ocho años duros, sufriendo el desprecio del Gobierno anterior, estábamos esperanzadas en que esta nueva etapa supusiera una oportunidad para conseguir la derrota efectiva de los terroristas. Llevamos mucho tiempo reclamando líderes políticos que muestren firmeza ante los terroristas. No necesitamos políticos que cada día cambien de discurso. Especialmente en un tema tan delicado como la política penitenciaria. Lo avisé hace una semana: se estaba jugando con fuego con la «vía Nanclares». Este temor era cierto y ahora podría abrirse una puerta a una amnistía encubierta. En definitiva, se les concedería a los terroristas una de sus principales reclamaciones. Este cambio en la política penitenciaria supondría un golpe de efecto devastador para la democracia. Y haría que se cumpliera uno de los principales temores de las víctimas del terrorismo: que estando a punto de ganar vayamos a perder. Duele mucho ver como las instituciones del Estado se preocupan más de lograr un final del terrorismo al precio que sea que de hacer justicia. En la AVT vamos a mantenernos firmes: el único camino para derrotar a ETA es la aplicación de la Ley. De toda la Ley. Y de lo único que hay que hablar con los presos es para decirles tajantemente que cumplirán sus condenas y todo el peso de la Ley recaerá sobre ellos.