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Julie Taymor la reina de la selva

La creadora y directora de «El rey león» asiste en Madrid a los ensayos del musical

Julie Taymor durante el ensayo
Julie Taymor durante el ensayolarazon

Trece años después de su estreno en 1998, «El Rey León» sigue rugiendo bien alto en la selva de los musicales. Millones de espectadores, decenas de premios y críticas superlativas catapultaron a la directora de escena estadounidense Julie Taymor, que después ha dirigido películas como «Frida», «Across the universe» y «Titus». El montaje levantará el telón en el Teatro Lope de Vega el 21 de octubre y promete la misma espectacularidad y belleza del original americano, que supo conjugar máscaras y marionetas inspiradas en la artesanía africana, teatro asiático –Taymor vivió cuatro años en Indonesia y Japón, y recicla en su trabajo el bunraku japonés y el teatro de sombras de Bali– y una banda sonora de Elton John y Lebo M que mezcla el pop con zarpazos de la tradición zulú.

El espíritu de África
Cuando creó este gran espectáculo por encargo de Disney –además de dirigir, diseñó las máscaras y el vestuario–, Taymor logró algo en lo que muchos creadores fracasan: capturar la esencia de un continente. «Creo que se debe a la música, comenzando por la contribución de Lebo M a la película, él hizo todos los coros surafricanos», explicó a LA RAZÓN la directora, que ha visitado Madrid esta semana. «Siempre contratamos a seis o siete sudafricanos. Aportan un espíritu, un sentido del humor inimitables. Si vas a Johannesburgo o Soweto y alguien empieza a cantar, todo el mundo le seguirá».
Asegura Taymor que no le pesó el sello infantil de la factoría Disney: «Cuando me contrataron sabían que yo iba a aportar otras cosas. La estética de Disney no es mi estilo. La historia, en cambio, era similar a otras que yo había dirigido, como "Juan Darién"», recuerda, citando el cuento de Qurioga sobre un joven tigre, casi un preludio de Simba. «Son historias oscuras y con diferentes niveles, como los cuentos de hadas de los hermanos Grimm».
Taymor, curtida en Shakespeare, recuerda que hubo quien vio rastros de «Hamlet» en la historia de Simba y su padre Mufasa, traicionado por su tío Scar: «Es un mito clásico. A grandes rasgos, al menos: es el hijo que ha de dejar su hogar y pasar por toda una odisea para asumir la carga del poder y ser rey. «Ese viaje oscuro existe en todas las culturas», cuenta la directora, que ha potenciado el personaje de Nuala: «Ella debería reinar, ¿no? Ya sabemos que la que trae la comida a casa es siempre la leona…», dice con una sonrisa. «Cuando Peter Brook estrenó el "Mahabharata"o cuando Ariane Mnouchkine hizo "Noche de reyes"no usaban máscaras ni marionetas, al menos no tanto, pero sí buscaron en las formas teatrales africanas y asiáticas para contar sus historias. Yo estaba en Indonesia cuando Brook viajó a África, a principios de los 70.Y por aquel entonces no le conocía», responde cuando se le plantea cómo ambos beben de fuentes similares.

«Spiderman»
Sin embargo, habrá quien menosprecie su trabajo por servir a un vehículo comercial: «He visto a gente muy sorprendida cuando ha venido a verlo, porque esperan una agradable producción para niños de Disney. Y no es que no lo sea. Pero también es para adultos, y para gente a la que no le gustan ni Disney ni Broadway. No es lo que suele verse en los musicales». Y es contundente sobre el género: «Broadway es ahora menos emocionante que nunca». Lo dice quien ha estrenado el musical más cuestionado de 2011: «Spider-Man: Turn Off The Dark». Taymor se defiende: el montaje está entre los tres más vistos, afirma, «y los críticos que la destrozaron vinieron a verla cinco semanas antes, cuando yo aún no había asumido la dirección. La obra que vieron no era la mía. ¿No es increíble?».


Espectáculo salvaje
Recibida entre cantos sudafricanos, sevillanas y una adaptación del «Americanos, os recibimos…», de «Bienvenido Mr. Marshall», la presencia de Taymor en Madrid levantó expectación, aunque más entre el equipo de la obra que entre la Prensa. «Éste es el reparto más multirracial y multicultural que hemos tenido. Hay gente de Panamá y Cuba, sudafricanos, españoles… Ver y oír a la compañía resulta un espectáculo salvaje», dijo Taymor.