Chamberí

Rafaelillo y Cruz dos toreros clonados ante Dolores Aguirre

Madrileño y murciano. Murciano y madrileño. Rafael Rubio "Rafaelillo"y Fernando Cruz. Toreros forjados en el yunque con el fuego de la garra, el esfuerzo y, en ocasiones, la sangre tan presentes en las llamadas ganaderías duras. Tres cromosomas que la primera plaza del mundo lleva grabados como propios en el ADN de su afición que, exigente como ninguna, ha sabido acoger en su seno a ambos diestros y respetar su labor pese a no haber salido en hombros ni uno ni otro.

Rafaelillo y Fernando Cruz velaron armas juntos en Las Ventas antes de medirse a la corrida de Dolores Aguirre
Rafaelillo y Fernando Cruz velaron armas juntos en Las Ventas antes de medirse a la corrida de Dolores Aguirrelarazon

Esta tarde, en compañía del pucelano Joselillo, ambos tendrán una nueva oportunidad para cumplir su sueño. En frente, la siempre temida divisa de Dolores Aguirre. Los dos matadores llegan a Madrid "cargados de responsabilidad", pero al mismo tiempo "con la ilusión de verte anunciado en un sitio tan importante". "Las Ventas es una plaza que siempre da, en nuestra situación aquí tenemos más que ganar que perder. Lo bueno, es que este tendido, aunque es duro y exige muchísimo, cuando ve un torero entregado, es el primero que se mete en las faenas y premia la actitud que se ve en el ruedo", comenta Rafaelillo. Y es que son conscientes de que en el albero de la Monumental se juegan la temporada. "Lo único que tengo firmado es la corrida de hoy, así que no puedo esperar a la semana que viene para hacer el esfuerzo. Sí o sí, tengo que apretar para volver a "funcionar" y no verme relegado a estar parado, que es lo que no quiere ningún torero", explica inquieto Cruz alterando por un instante la tranquilidad que le preside toda la entrevista. Cortados por un patrón semejante, como si del sastre que confeccionó el vestido de luces que Rafaelillo estrenará esta tarde se tratara, los dos también tienen en común el "cariño y respeto", que les ha ofrecido Madrid cada vez que han trenzado el paseíllo. "Madrid ha esperado siempre cosas de nosotros, eso te obliga también a dar un pasito más. Desde luego, en una plaza como ésta, siempre es importante que la gente no sea hostil ya de salida", reflexiona el murciano consciente de que los "aguirre"pueden traer consigo "cierto desorden en la lidia". "Esta afición sabe ver al torero honesto, sincero, no hace falta pegarle 20 muletazos rotundos y limpios al toro para que te reconozca, en los últimos años, hubo faenas de mucha emoción sin que el animal embistiera que desembocaron en triunfos de peso", aporta Cruz agradecido a un coso al que, junto a los ruedos franceses, denominador común también en Rafaelillo, debe "lo mucho o poco"que ha llegado a ser como torero. Nacido en las entrañas de la capital, en Chamberí, Cruz, estoqueará mañana su primera corrida de Dolores Aguirre. Por ello, entre "flashazo"y "flashazo", interroga a su compañero de cartel: "Para la muleta, ¿Medio forro o entero? ¿Son tan avantos de salida como dicen?". Fríos de salida o no, estos astados aseguran "un fondo bueno". "Tienen mucho trapío y son bravucones, pero no es de los hierros toristas que más riesgo puede tener matar en Madrid, no es un toro mentiroso, el que es bueno o tiene cualidades se le ve rápido, la tarde más importante que he vivido en Madrid fue con ellos en el ruedo", apostilla el pimentonero remontándose a 2007 antes de recordar que El Califa o el tercero en discordia hoy, Joselillo, también triunfaron la vacada sevillana.Precisamente, sobre el pucelano, el madrileño afincado en El Álamo destaca "la gran trayectoria que se está labrando, a pesar de ser joven de alternativa ya ha triunfado en Pamplona dos años y en Las Ventas, además casualmente con estos toros en las dos ferias, así que remata a la perfección un cartel muy del gusto de Madrid". "Con medio toro, nos sirve", casi implora Cruz, que espera volver a "tocar pelo", tras la oreja cortada en 2006 a una res de Arauz de Robles. Hace apenas dos semanas, los aires no fueron del todo favorables en el regreso de los míticos "pablorromero", su primera corrida del año: "El que abrió lote fue muy malo, no sirvió, y el segundo me dejó un poco más, me ofreció bunas vibraciones, pero era gordo, con caja, y enseguida se vino abajo".Por su parte, Rafaelillo, aún guarda otra bala en la recámara: Adolfo Martín. "Una ruleta", define antes de aclarar que "también ha reportado triunfos en Las Ventas, aunque en los últimos años ha decaído un poco". Hace escasos días se vio las caras en la corrida-concurso de Zaragoza con uno de ellos y fue "una perla". Atanasio y Albaserrada, encastes de los que espera salte el toro que le permita cruzar en volandas la Puerta Grande y cumplir un sueño, que años atrás fue una quimera por culpa de portátiles y tres años en el dique seco. Ahora, está más cerca de hacer esa locura que masculla cuando se planta frente a frente a contemplar el quicio del umbral del triunfo. "Como salga por aquí en hombros, me voy derecho a bañarme a Cibeles, con traje de luces y todo, la gente me verá y dirá quién es este loco, pero me sabrá a gloria", bromea con la risa de los que ya velan armas ante el compromiso más serio del año.