A España le falla la defensa

Madrid- Un entrenamiento de recuperación puede ser un ejercicio de riesgo. Ayer lo demostró Raúl Albiol. El defensa español tuvo que abandonar la convocatoria después de un choque con un compañero en la sesión matinal. Tras el examen al que le sometió el doctor Óscar Celada, se le diagnosticó una fractura de pómulo. «Se ha sometido a unas radiografías y un TAC que han confirmado la existencia de una pequeña fractura, sin desplazamiento, en la base de la órbita izquierda», dice el parte médico. El central madridista estaba encontrando en la Selección la confianza que le falta en su equipo. Mourinho ha preferido al joven Varane en muchas ocasiones. Del Bosque, sin embargo, cuenta con él y le dio la titularidad en la visita a la República Checa. Era su manera de demostrarle que «La Roja» es su casa. La idea del seleccionador era que repitiera mañana como parte del once inicial.

La lesión de Albiol es un golpe más para la parte de atrás del equipo español, la menos poblada. El viernes ya se había llevado el primero cuando Sergio Ramos tuvo que ser sustituido en la segunda mitad. El lateral derecho de la Selección no se entrenó ayer por la tarde.

Del Bosque sólo convocó a seis defensas para afrontar los encuentros ante la República Checa y Escocia. A la espera de la evolución de Sergio Ramos, el seleccionador sólo tiene cuatro para el encuentro de mañana ante los escoceses: Arbeloa, Puyol, Piqué y Jordi Alba, que podrá debutar en Alicante después de quedarse en la grada en el partido de Praga.
El jugador del Valencia es la última solución que ha encontrado el seleccionador para el puesto más difícil de cubrir. Capdevila se hizo imprescindible hasta el pasado Mundial, pero el año pasado ya se convirtió en un futbolista secundario en el Villarreal. Su situación en el Benfica no ha mejorado y se ha quedado fuera de la lista de inscritos para disputar la Liga de Campeones.

Tampoco está en mejor situación Monreal, la alternativa que más ensayó el seleccionador entre el Mundial y la Eurocopa. Tampoco Fernando Navarro, el suplente de Capdevila en la Eurocopa 2008, está en su mejor momento. En las últimas jornadas destaca más por sus protestas que por su nivel de juego.

Arbeloa, capaz de jugar en cualquier puesto de la defensa y cumplir en todos, se ha convertido en el lateral izquierdo forzoso. Y ahí seguirá si Jordi Alba no se hace con el puesto antes de que el próximo verano «La Roja» defienda su título en la Eurocopa de Ucrania y Polonia. El jugador del Valencia, un extremo reconvertido, tiene que mejorar todavía en defensa para ganarse la confianza del seleccionador.

Pero además del lateral izquierdo, a Del Bosque le preocupa el delantero centro. Le preocupa Fernando Torres. Desde que marcó el gol en la final de la Eurocopa 2008 le ha costado encontrar la portería en sus partidos con la Selección. Contra Liechtenstein tuvo que ver el partido desde la grada. Para demostrarle que sigue siendo el «9» de España, Del Bosque le dio la titularidad en el encuentro contra la República Checa. Trabajó y se esforzó, pero no encontró el gol. Al final, fue sustituido por David Villa sin poder contribuir con goles al triunfo de España.

A pesar de todo, sigue teniendo la confianza del seleccionador y de sus compañeros. «Convivo con él día a día y está con ganas de hacer goles en el Chelsea y en la Selección, de aportar todo lo que aporta. Lleva muchos partidos aquí, con una trayectoria intachable y lo va a seguir demostrando», dice Mata. «Lo veo bien en los últimos partidos. A los delanteros se les valora por los goles, pero aparte hace un trabajo importante. Lo valoramos nosotros», añade Puyol. Es el «9» de España.

Puyol: «Pensé en dejarlo»
Carlos Puyol pensó en dejarlo todo el año pasado. Las lesiones no le dejaban rendir y no encontraba mejor solución que abandonar. Llevaba diez meses sin jugar con la Selección, pero ahora ha vuelto. «Ahora me encuentro bien, cada día mejor. Hay que ir poco a poco porque ha sido una lesión muy larga. Estoy muy contento porque las molestias han desaparecido del todo y eso es lo importante», aseguró ayer. «Los dos o tres primeros meses fueron los más duros. No estaba claro el diagnóstico y no encontrábamos solución. Me recuperaba y recaía dos o tres veces», confesó.