Roma

El Papa deja Chipre tras mejorar relaciones con los ortodoxos

Benedicto XVI se despidió hoy de Chipre con un llamamiento a la comunidad internacional para que intervenga de "manera urgente y concertada"para resolver la situación en Oriente Medio, especialmente en Tierra Santa, antes de que los conflictos lleven a "un mayor derramamiento de sangre".

El Papa pide una «intervención urgente» para evitar un baño de sangre en Oriente Medio
El Papa pide una «intervención urgente» para evitar un baño de sangre en Oriente Mediolarazon

Benedicto XVI volvió ayer a Roma después de cumplir sus objetivos en la isla de Chipre: llamar la atención sobre la situación de los cristianos en Oriente, pedir esfuerzos, paciencia y diálogo para evitar los conflictos violentos, mejorar las relaciones con los ortodoxos moderados y evitar cualquier ofensa a las autoridades turcas y a los musulmanes. «El Papa conoce bien nuestra situación, se preocupa mucho por los maronitas», afirmó a la agencia Zenit el vicario de estos católicos orientales, que recuerda que hay dos aldeas maronitas en la zona turca de Chipre a las que apenas se permite el acceso.

Más de 6.000 personas participaron ayer en la misa con el Papa, incluyendo emigrantes filipinos y peregrinos católicos libaneses que aportaron alegría y música árabe con panderetas al final del encuentro. También asistieron cordialmente fieles ortodoxos y su patriarca, Crisóstomo II. Por el contrario, un grupo de cien ortodoxos anticatólicos se manifestaron a la entrada con pancartas afirmando que el catolicismo es una «herejía».

En la misa, el Pontífice reiteró su «llamamiento personal a que se realice un esfuerzo internacional urgente y concertado para resolver las tensiones en Oriente Medio, especialmente en Tierra Santa, antes de que dichos conflictos lleven a un mayor derramamiento de sangre». En su despedida ante el presidente chipriota, el comunista Demetris Cristofias, Benedicto XVI pidió también «redoblar los esfuerzos para construir una paz real y duradera para todos los pueblos de la región». Incluso en el avión de vuelta, hablando a los periodistas sobre la situación en Israel, pidió a las partes «que no pierdan la paciencia» y no destierren el diálogo, pues «la violencia no es la solución».

En este último día en Chipre el Papa entregó a los obispos de las Iglesias católicas orientales el «Instrumentum laboris», el documento de trabajo para el Sínodo de octubre en Roma.