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El PP pide multas para las prostitutas y el PSPV aboga por su reinserción

La Razón
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VALENCIA- Gobierno y oposición tienen una visión muy distinta de la prostitución en Valencia, pues mientras los socialistas culpan al cliente y piden la reinserción de las meretrices, el Ejecutivo local aboga por sancionar a ambas partes.

El concejal de Seguridad Ciudadana en el Consistorio capitalino, Miquel Domínguez (en la imagen), cree que la nueva ordenanza para regular la prostitución callejera debe incluir una multa a las prostitutas que ejerzan en la calle, además de a los clientes, como fórmula para evitar las molestias a los vecinos. A su juicio, «si están en un local o una casa, no pasa nada, pero si están en la calle, molestan».

Sin embargo, el portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Joan Calabuig, considera que se debe sancionar al cliente que reclama los servicios de prostitutas, elaborar un plan que permita a las mujeres salir del círculo de explotación y aplicar las normas municipales sobre licencias de locales y salubridad. «Somos partidarios de que la ordenanza centre el régimen sancionador en los clientes, sobre ellos debe caer el peso de las sanciones, no sobre las mujeres, que ya están siendo explotadas».

De igual modo piensa la concejala del grupo municipal de Esquerra Unida Rosa Albert, quien apostó por aumentar los recursos destinados a los planes de atención a las mujeres que ejercen la prostitución.

«Prostíbulo de Europa»
Y es que los vecinos del barrio de Velluters, una de las principales zonas de la capital donde se da esta problemática, están hartos de «peleas y violencia a las mujeres por parte de los proxenetas», situaciones que poco a poco provocan un aumento de la inseguridad y la desaparición del pequeño comercio, que es sustituido por casas de alterne. «No queremos ser el prostíbulo de Europa», denunciaban ayer en su protesta en la plaza del Ayuntamiento.