
Coslada
Caza al «camello» del Monasterio
La Policía Nacional detuvo ayer al presunto culpable de la muerte de los jóvenes Alberto Olmo García y Pablo Echegoyen, ambos de 18 años, en la «rave» celebrada el sábado en el Monasterio de La Aldehuela, en el barrio getafense de Perales del Río.

El joven detenido, Iván M. G. tiene 23 años y fue localizado por los agentes sobre las ocho de la tarde en Coslada, después de una complicada investigación policial en la que han colaborado los testigos que estuvieron en la fiesta. Pero sin duda las descripciones que más pistas proporcionaron a la Policía fueron las de Álvaro L. G. y el amigo que llevó a éste al Hospital Universitario de Getafe, donde estuvo ingresado hasta el martes por haber ingerido alcohol y haber tomado estramonio.
Los dos chicos declararon que durante la fiesta un joven «de aspecto hippy» les ofreció beber de una botella de plástico un líquido «marrón verdoso» diciendo que era «un licor casero natural que producía los mismos efectos que las setas». Pero el brebaje resultó ser una infusión de estramonio, una planta venenosa que provoca fuertes alucinaciones, taquicardias, dificultad para andar, coma e incluso la muerte, dependiendo de la cantidad que se ingiera.
Tras cuatro días de intensa búsqueda, la Policía dio con Iván M. G. que fue arrestado y trasladado ayer a la comisaría de Getafe como presunto suministrador del estramonio. Al cierre de esta edición todavía no había prestado declaración policial y se espera que pase hoy a disposición judicial.
Hasta seis años de cárcel
Si se confirma que fue él el que elaboró y despachó el licor venenoso podría ser castigado –según el artículo 359 del Código Penal– con hasta tres años de cárcel, una sanción que se vería incrementada hasta los seis si se demuestra que cultivó la planta, ya que sería juzgado por el artículo 368. Según lo que determinen las auptosias de las dos víctimas también podría estar imputado por doble homicidio.
Además de la búsqueda del «camello», la Policía continúa con sus investigaciones para encontrar a los organizadores de la «rave», sobre los que podría recaer una multa de unos 6.000 euros por tratarse de una fiesta ilegal.
Por su parte, el alcalde de Getafe, Juan Soler, declaró ayer a Efe que «el problema no es la finca abandonada de Perales del Río, ni las fiestas rave, sino que la Delegación de Gobierno pare a la red de camellos que distribuyen droga sin ningún control por todas las discotecas de Madrid».
✕
Accede a tu cuenta para comentar