Historia

Barcelona

El filón del apellido Kennedy

Dos libros aportarán nuevos detalles sobre la vida de John F. Kennedy. Las memorias de Ted, su hermano, llegan a España mientras que uno de los guardaespaldas de JFK rompe su silencio.

En estos días se rueda en Toronto «The Kennedys», la miniserie de History Channel sobre la presidencia, con Greg Kinnear y Katie Holmes (una escena de la producción
En estos días se rueda en Toronto «The Kennedys», la miniserie de History Channel sobre la presidencia, con Greg Kinnear y Katie Holmes (una escena de la producciónlarazon

Buena parte de aquellos que tuvieron algo que ver con la administración Kennedy han explicado sus impresiones sobre la presidencia de los mil días. De la secretaria personal de John F. Kennedy, Evelyn Lincoln, a consejeros como Ted Sorensen o Arthur Schlesinger jr., el jefe de Prensa Pierre Salinger, el secretario de Defensa Robert McNamara e incluso el vicepresidente Lyndon B. Johnson y la madre del presidente, Rose Kennedy, casi todos han escrito algún libro sobre el tema. Incluso existen unos apuntes del propio político destinados a una futura autobiografía y que empezó a abocetar en la Casa Blanca, aunque su prematura y triste muerte evitó que continuara esa labor. Sin embargo, había un detalle que desconocíamos: cómo protegían a JFK.


Los que nunca habían escrito un libro eran los guardaespaldas de JFK, los hombres que el 22 de noviembre de 1963 fallaron trágicamente en su labor de protección a su jefe. Uno de los miembros del Servicio Secreto de aquella época, Gerald Blaine, rompe ahora su silencio en una obra que aparece en Estados Unidos el próximo 2 de noviembre. «The Kennedy Detail», escrito con la colaboración de la periodista Lisa McCubbin, promete ser muy polémico. Blaine cuenta con el precendente de algunos de sus compañeros, quienes hablaron demasiado con el periodista Seymour M. Hersh en el discutido ensayo «La cara oculta de J. F. Kennedy». Blaine entró a trabajar en la Casa Blanca durante el último año de mandato de Eisenhower. Conocida la victoria electoral de JFK, el agente fue inmediatamente transferido a la protección del político demócrata, con el que viajó durante los tres escasos años que duró lo que muchos llamaron Camelot. Meses después del asesinato de Kennedy, el guardaespaldas dejó de servir a su sucesor, Lyndon Johnson, y se pasó a la empresa privada.


El hombre de la imagen
El libro, que publicará el gigante Simon and Schuster, cuenta con la colaboración de otros agentes del servicio secreto. Clint Hill, que se encargaba de la protección de Jackie Kennedy y célebre por ser el hombre que salta tras la limusina presidencial después del mortal tiroteo, asegura que participa en este libro porque así puede «exponer con precisión los acontecimientos que llevaron a ese trágico día desde la perspectiva de los agentes del Servicio Secreto. Debido a mi amistad duradera y completa confianza con la ética de Jerry Blaine, he acordado proporcionarle información para este libro de importancia histórica». En los últimos años, Hill ha colaborado esporádicamente ofreciendo contadas entrevistas. Poco después del magnicidio, se reconoció su valentía aquel 22 de noviembre de 1963 en un acto al que también acudió una compungida Jacqueline. El temple de Hill sirvió como inspiración para el personaje de Clint Eastwood en la película «En la línea de fuego».

Hay también otra razón para la colaboración en «The Kennedy Detail». Algún libro, sobre todo el monumental y controvertido trabajo de William Manchester «Muerte de un presidente», ha mantenido que si hubo fallos en la seguridad presidencial se debió a que el día antes de la tragedia algunos agentes estuvieron bebiendo hasta tarde en locales de Fort Worth. Blaine fue uno de los que afirmó en un informe a sus superiores que él no había consumido ni una gota de alcohol la noche del 21 de noviembre. Por otra parte, Blaine también es uno de los ex agentes que cree que el crimen de Dallas no fue una conspiración, hasta el punto de afirmar que la Comisión Warren –encargada por Johnson de esclarecer el asesinato– «hizo un buen trabajo».

Muy pocos en el Servicio Secreto han apoyado la teoría de que un loco solitario llamado Lee Harvey Oswald formaba parte de una conspiración. Sin embargo, para los amantes de las dudas todavía flotan algunas alrededor de la protección de Kennedy el día del asesinato. Tras los disparos, varios testigos fueron hacia el llamado «montículo de verde» donde se creía que habría disparado el asesino. Pero nadie pudo llegar a ese lugar porque agentes del Servicio Secreto impedían el paso. Lo más sorprendente del caso es que el Servicio Secreto siempre ha negado la presencia de alguno de sus hombres en esa zona, o eso al menos es lo que declararon ante la Comisión Warren.

Por ahora, no se sabe si el volumen también aportará detalles sobre la vida privada de JFK. Lo que sí es seguro es que Blaine fue uno de los pocos testigos de la seguridad de Kennedy el 24 de marzo de 1962. Ese día, el presidente se alojó en la casa de Bing Crosby en Palm Springs con una invitada mítica: Marilyn Monroe. Es el único encuentro privado documentado entre los dos personajes del que se tiene noticia. Blaine no oculta en su biografía que estuvo en esa fecha en la finca de Palm Springs. Los que lo hablaron en 1997 con Hersh –Larry Newman, Tony Sherman, William T. McIntyre y Joseph Paolella– fueron demasiado ricos en detalles, algunos de un repulsivo mal gusto, llegando a describir orgías en la piscina de la Casa Blanca en las que también habrían participado varios asesores presidenciales como Dave Powers o Kenny O'Donnell, miembros de la llamada mafia irlandesa de aquella Casa Blanca. Los hijos de O'Donnell pusieron el grito en el cielo cuando apareció el libro de Hersh y los cuatro soplones fueron expedientados por participar también en un documental sobre JFK.

Mientras se espera si «The Kennedy Detail» se traduce o no en nuestro país, en septiembre MR Ediciones publica la autobiografía póstuma del senador Edward M. Kennedy, hermano menor del presidente y fallecido hace un año. «Los Kennedy. Mi familia» fue el libro al que dedicó sus últimos meses de vida Ted Kennedy con la ayuda en su redactado de Ron Powers, coautor de «Banderas de nuestros padres».


«Atrapado» por el suceso
El senador pasa revista a todos los episodios de su vida, por lo que el lector no quedará decepcionado. En «True Compass», como se titula originalmente, hace balance de una biografía controvertida en la que ha habido espacio para los triunfos electorales y a las trágicas desapariciones de sus hermanos y sus sobrinos en circunstancias violentas. Hay detalles interesantes en la obra, como la confesión que le hizo Lyndon Johnson en una conversación de 35 minutos en la que también responsabilizaba del asesinato de JFK al FBI. La agencia había entrevistado a Lee Oswald, el supuesto asesino, tras su regreso de la URSS, aunque no había sabido controlar sus pasos ya en suelo estadounidense.

Pero las páginas que han generado más expectación de este testamento político y humano son las referidas al suceso de Chappaquiddick, donde murió una joven que viajaba con Ted en su coche tras caer a un lago. El menor de los Kennedy declara en su libro que «cada día de mi vida» estuvo «atrapado» por aquel suceso. Por eso apunta que no se siente orgulloso de su comportamiento durante las horas en la que pudo salvar a su compañera. En el volumen el senador niega también las acusaciones de alcoholismo que lo persiguieron siempre.


Aquel día de 1963
El Servicio Secreto fue creado en 1865, pero no fue hasta 1902 que asumió totalmente su papel de proteger al presidente tras el asesinato de William McKinley un año antes. En los tiempos de JFK contaba con un presupuesto cercano a los 4,1 millones de dólares. Con 200 agentes en nómina, 34 eran los que estaban encargados directamente de ir tras el líder del mundo libre en tiempos de la Guerra Fría. Los pocos miembros del Servicio Secreto que han hecho alguna declaración en las últimas décadas han coincidido en señalar que Kennedy era alguien fácil de proteger y que no ofrecía ningún tipo de problemas, algo que pone en evidencia a todos aquellos que hablan de escapadas nocturnas de JFK por Washington hasta altas horas mientras alguien llevaba consigo el maletín nuclear conocido como «Football». En el crimen de Dallas, según «The Kennedy Detail», todos pero especialmente Clint Hill se jugaron la vida.


Película dudosa
En estos días se rueda en Toronto «The Kennedys», la miniserie de History Channel sobre la presidencia, con Greg Kinnear y Katie Holmes como Kennedy y su esposa Jacqueline. Pero este proyecto nace con polémica del creador de la serie «24», ya que varios historiadores, encabezados por Ted Sorensen y el realizador Robert Green-wald, lideran una web (http: kennedysmears.com/) en la que piden se pare el rodaje y se corrijan las numerosas imprecisiones his- tóricas que contiene el guión de la miniserie.