Sevilla

Un juez fija la casa de acogida de una maltratada como punto de encuento con su hija

La consejera andaluza de Igualdad, Micaela Navarro, ha asegurado hoy que no le consta que se produjera algún encuentro entre una niña y su padre, un presunto maltratador, en la casa de acogida donde vive con su madre.

 El juzgado de Instrucción número 2 de Utrera (Sevilla) ha dictado una orden de alejamiento contra un hombre acusado de malos tratos a su pareja y ha fijado como lugar de encuentro de éste con su hija la casa de acogida donde se refugia con su madre.

Navarro ha dicho que el auto del juzgado se produjo hace meses y en cuanto la Junta tuvo conocimiento presentó una queja y solicitó amparo al Consejo General del Poder Judicial y a la Fiscalía de Sevilla, aunque todavía no ha recibido respuesta.

La consejera ha explicado que la mujer ya no se encuentra en esa casa de acogida "porque en cuanto denunció el auto del juzgado, pusimos en marcha los mecanismos necesarios para mantener su integridad, ya que las casas de acogida tienen un sistema de confidencialidad para proteger a las mujeres y a sus hijos, por ello el auto del juzgado es muy contradictorio y absolutamente ilógico".

"Si la mujer está en una casa de acogida es que hay un delito violento de por medio", ha recordado Navarro.

Ha añadido que este tipo de sentencias "nos escandalizan tanto porque se han convertido en excepcionales y creo que es el momento de realzar la labor de los jueces de Andalucía y casos como éste deben servir para poner en evidencia la buena actuación de los juzgados en la inmensa mayoría de los casos de violencia machista".

El juzgado, que explica que existen "indicios racionales de criminalidad"sobre el acusado, que reconoció haber agredido a su mujer, entiende que la víctima se encuentra en una situación de riesgo y le aplica una orden de protección y dicta una orden de alejamiento del presunto agresor que tiene prohibido acercarse a menos de 300 metros.

El juzgado, en su régimen de visitas a la hija de la pareja de corta edad, le fija como lugar de encuentro la misma casa de acogida donde se refugia con su madre, que califica como "excepción"con las medidas cautelares, y especifica que la entrega de la niña se realizará por un responsable del centro de acogida para evitar el contacto directo entre la pareja.