Elecciones andaluzas

Inicio de la era Fabra

La Razón
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Un debate de investidura más, el segundo en apenas un mes. A pesr de que el resultado estaba cantado, hubo algún momento, especialmente en el rifirrafe con el portavoz del Compromís, Enric Morera, en el que el nuevo presidente de la Generalitat dejó muestra de un carácter explosivo. Igual quería evidenciar que habrá sesiones con tensión y parlamentariamente interesantes. Y eso que el eje de su discurso se distinguió por la apertura a los grupos de oposición y por su disposición al diálogo y al consenso.
El empleo, la proximidad a la sociedad, la asistencia a los desfavorecidos constituyeron también puntos esenciales. Y estoy de acuerdo con mi amigo Rogelio en que, a pesar de reafirmar la continuidad, afrontó claramente asuntos «calientes» como la remodelación de Canal 9 o la reducción de liberados sindicales. Estaba marcando diferencias, al menos gestuales. Así es la vida.