República Checa

Praga olvida la elegancia política

Los socialdemócratas parten como favoritos en las elecciones generales que concluyen hoy en República Checa.

Praga olvida la elegancia política
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Cabe preguntarse qué habría sido de una campaña electoral con Zapatero vestido de diablo o Rajoy en el papel de un «stripper». Suena kafkiano, pero es el marco en el que se ha desarrollado la campaña electoral en República Checa: políticos a los que el «Photoshop» ha convertido en actores de cine porno, desnudado o disfrazado a su antojo, como fue el caso del dimitido Mirek Topolanek, antiguo jefe del Partido Cívico Democrático (ODS, conservador), al que la Prensa ridiculizó proponiéndole algunos trabajos tras quedar apartado de la política. Un club de «striptease», una revista gay o el cine porno fueron algunas de las propuestas para su futuro profesional. Aderezado con los detalles íntimos de su vida privada y su nueva relación con una mujer más joven que su ex esposa. «Soy un hombre cansado», decía un cariacontecido Topolanek en un cartel electoral promovido por la oposición socialdemócrata, a la que los sondeos dan la victoria (25%).Vallas con reclamos electorales denigrando al adversario han completado el panorama de escándalos y amarillismo que han teñido la campaña. El ODS, al que las encuestas dan como perdedor con el 18% de los votos, ha hostigado al líder socialdemócrata, Jiri Paroubek, con una campaña de desprestigio basada en técnicas de márketing que han dejado atrás la clásica publicidad electoral y también la elegancia política.Sin ningún pudor, Paroubek ha sido retratado con sus peores gestos para mostrar a un dirigente incapaz; junto a su foto, mensajes de alarma como «se acabó su tiempo, señor Paroubek», o imposibles con los que ridiculizarle como las promesas de prohibir la resaca o que sus votantes se tengan que levantar por las mañanas, rodeado respectivamente por botellas vacías o despertadores. En otro cartel escenifica a la imagen misma del diablo: «Ahora puedo compraros a todos. Únete al diablo», reza el eslogan. Y es que un «infierno naranja», el color del Partido Socialdemócrata, es lo que han escenificado sus rivales en unas animaciones al estilo de «South Park» para completar la crítica.Ya la Presidencia checa de la UE, en 2009, no dejó a nadie indiferente: «Vamos a endulzar Europa…», rezaba el eslogan que utilizaron de puertas para adentro «intencionadamente». En checo, «endulzar» le confería un doble sentido a la frase, que más bien aventuraba «la que se os viene encima», sin duda un texto premonitorio de las polémicas diarias que protagonizó Praga. Tras la última estrategia de campaña, le ha tocado pedir disculpas a Karel Schwarzenberg, líder del partido conservador TOP 09 y ex ministro de Asuntos Exteriores. Durante las últimas semanas, el electorado recibió por correo una factura, idéntica a las del teléfono, la luz o los gastos pendientes de pago, en la que figuraba una deuda de 4.700 euros por cada miembro de la familia. «¡Pague inmediatamente la cantidad adeudada de 121.000 coronas checas por cada miembro de su familia antes del 28 de junio de 2010!», instaba la carta.La factura desató las críticas en la sociedad checa, principalmente entre la gente mayor, que no entendió el doble sentido de la propaganda y que no se tomó de buena gana esta forma de alertar del «peligro en que se encuentra el Tesoro». «Si alguien se llevó un susto con eso, lo siento, lo siento mucho. Pero era necesario poner de relieve lo que nos jugamos en estas elecciones», dijo Schwarzenberg.«Llegó ayer la factura de 121.000 coronas checas y como primera reacción pensé que la deuda era cosa de mis dos hijos. Entonces me acordé de la información que había visto en la televisión y que no era para mí», dijo uno de los receptores de la carta.