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La misión secreta británica en Libia termina en un sonoro fracaso

Iba a ser una operación secreta para entablar relaciones con los rebeldes contrarios al régimen del coronel Gadafi, pero ha terminado como portada de los rotativos británicos y con al menos ocho soldados del Servicio Especial Aéreo (SAS) capturados por los opositores.

Un punto de control rebelde en Ras Lanuf
Un punto de control rebelde en Ras Lanuflarazon

El Gobierno de David Cameron se vio ayer obligado a admitir que un «pequeño equipo diplomático» se encontraba en Bengasi, la segunda ciudad más importante de Libia, para tratar de establecer contactos con las milicias que lideran las revueltas contra el régimen del país.

La escueta información la ofreció el ministro de Defensa, Liam Fox, después de que el rotativo «The Sunday Times» rebelara que hasta ocho miembros del SAS -las fuerzas especiales del Ejército británico– habían sido capturados este fin de semana. Según el dominical, los soldados ofrecían protección a unos diplomáticos británicos, pero cuando los rebeldes descubrieron que iban armados y con equipos similares a los de espionaje les tomaron presos al desconfiar de sus intenciones. Los soldados fueron liberados ayer y la misión británica ya ha abandonado el país.

Fox confirmó que el Gobierno está en contacto con un «pequeño equipo diplomático» que se encuentra ahora mismo en el país magrebí, aunque consideró «inapropiado» hacer públicos los detalles de esa misión. El ministro explicó que el Ejecutivo intenta obtener una panorámica de la situación que impera en el país norteafricano para saber qué medidas puede adoptar para ayudar a los libios a lograr una transición hacia un gobierno más estable. «Queremos entender con claridad cuál es la dinámica porque queremos trabajar con ellos y asegurarnos la caída del régimen de Gadafi para ver una transición hacia una mayor estabilidad en Libia y hacia un gobierno más representativo», afirmó.

Por su parte, Cameron aseguró que su Ejecutivo continuará «intensificando la presión» sobre el régimen del coronel Gadafi y señaló que ha llegado la hora de que el dictador «se marche».