Betis

Psicodrama en Villamarín

Un gol de Iñigo Martínez desde el centro del campo decide en el descuento el duelo entre el Betis y la Real

LOS JUgadores de la Real Sociedad celebran el gol del triunfo en el Benito Villamarín
LOS JUgadores de la Real Sociedad celebran el gol del triunfo en el Benito Villamarínlarazon

Sevilla- La Liga puede tener muchos defectos, pero no engaña. Si Betis y Real Sociedad sólo habían sumado tres puntos, uno y dos respectivamente, en sus últimas dieciséis comparecencias conjuntas es porque son dos equipos realmente malos. Ello no significa que estén inhabilitados para ofrecer espectáculos vistosos. Ayer, sin ir más lejos, depararon un partido emocionante hasta las lindes de la tragedia y decidido por una obra de arte. Por segunda vez en dos meses, Íñigo Martínez marcó desde el centro del campo.
El defensa donostiarra deshacía en el descuento el empate agarrado in extremis por Jonathan Pereira en cinco minutos de dispersión realista. El equipo de Montanier dominó el encuentro a placer, falló un penalti por medio de ese crack llamado Griezmann en la primera parte, marcó dos preciosos tantos (obras de Agirretxe y Vela) en la segunda y generó un ramillete de ocasiones más que habían convertido al portero Casto en el mejor de los locales. A diez minutos del final, todo les sonreía, pero el francés ordenó, o sus chicos lo hicieron por su cuenta, un repliegue total y ahí se enganchó el Betis.
Jonathan Pereira, que había reclamado minutos durante la semana, salió del banquillo para terminar con más de 500 minutos de sequía goleadora en verdiblanco. Lo hizo gracias a su oportunismo y también gracias a que la Real Sociedad defendía en ese tramo final en las narices de Bravo. Pero cuando el Benito Villamarín era un manicomio que empujaba a los suyos a por la remontada completa, ya en la prolongación Íñigo Martínez robó un balón y envió un misil desde 55 metros que entró tras besar el travesaño. Ganaban los guipuzcoanos por primera vez desde el 20 de septiembre y salvaban la cabeza a su entrenador. La de Mel, ratificado en falso a las cuatro de la tarde, pende de un hilo. Esta mañana hay prevista una reunión en la que puede determinarse su cese.