Italia

«Es más que una casilla es formar personas para la vida»

La Iglesia cuenta con 7,2 millones de declaraciones de la Renta a su favor, 800.000 más que hace tres años

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«A la gente le convence la rentabilidad de la Iglesia», afirmó ayer el obispo Antonio Algora, responsable de Sostenimiento Económico, al presentar la nueva campaña para animar a los contribuyentes a marcar la equis de la Iglesia en la declaración de la Renta de este año.

Esa confianza en la gestión eclesial se nota, por ejemplo, en el hecho de que a pesar de la crisis «han aumentado las colectas del primer domingo, destinadas a Cáritas, y también ha subido Manos Unidas», afirmó el obispo.

El año pasado, el gerente de los obispos, Fernando Giménez Barriocanal, calculó que en la Iglesia cada euro rinde por 2,7: por ejemplo, si se sustituyese a los 70.000 catequistas voluntarios por profesionales remunerados que impartiesen una formación en valores a precio de mercado, el coste social se multiplicaría por 2,7. Y la Iglesia está muy orgullosa de poner este ejemplo porque considera que educar es una prioridad. «Es más que una casilla, es formar personas para la vida», dicen los anuncios que a partir de hoy se escuchan en radio y televisión, en un país que padece una grave crisis educativa.

Nueve millones de personas
El año pasado, más de 7,2 millones de declaraciones marcaron la crucecita, que en los últimos tres años ha conseguido sumar 800.000 declaraciones más a su favor. Teniendo en cuenta que muchas declaraciones son conjuntas, se calcula en torno a los 9 millones la cantidad de contribuyentes que apoyan el trabajo de la Iglesia. Marcan la equis un 34,75% de las declaraciones y Giménez Barriocanal cree que puede subir más. «Probablemente el techo esté como en Italia, en torno al 37%», explicó a LA RAZÓN. La incomodidad de tener que hacer un cambio, o el hecho de que haya personas a las que no les guste que ese dato figure en Hacienda, explica ese techo incluso en sociedades más concienciadas como la italiana. Precisamente, para crecer en esa dirección, la Iglesia lanza su campaña en 1.250 vallas, anuncios en radio y televisión, en periódicos y en internet. Además, repartirá 2 millones de ejemplares de un folleto con formato de periódico explicando la financiación de las diócesis.

Desde 2007, la Iglesia no recibe ningún complemento presupuestario del Estado, tampoco cuenta con exención del IVA y recibe a través de la asignación tributaria sólo lo que los españoles tienen a bien dar marcando la crucecita, que destina al Fondo Común Interdiocesano un 0,7% de lo que el ciudadano paga. Para una diócesis pequeña, rural, quizá envejecida, más del 40% de su presupuesto llega por esta vía. Para una gran ciudad, como Madrid, apenas el 10% de su financiación proviene del IRPF. Las rentas urbanas mantienen las pequeñas iglesias románicas en el Pirineo y ayudan a sus pocos y a menudo ancianos habitantes, y sostienen a curas que atienden pueblos donde escasean muchos servicios.


Lo que se hace con «la crucecita»
45,2 millones de horas en atención religiosa y formativa
200.000 inmigrantes recurren a las ayudas de la Iglesia
77 centros penitenciarios reciben asistencia religiosa
300 consultorios familiares se apoyan en parroquias
120.000 parejas acuden a la Iglesia para casarse
315.000 niños se bautizan cada año en las parroquias
50.000 menores reciben educación especial
10 millones de fieles atendidos en misa cada domingo
40% del gasto en diócesis rurales se cubre con «la equis»
18.000 misioneros apoyados desde sus diócesis de origen