España

El Duque de Palma prepara su defensa por Carmen Enríquez

La Razón
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Iñaki Urdangarín ya está en España. El marido de la Infanta Cristina se enfrenta a una semana crucial de su vida, en la que se tendrá que ver cara a cara por primera vez con el juez José Castro, que le tomará declaración como imputado el próximo sábado en la capital mallorquina.

De momento, el Duque de Palma ha venido a Madrid solo, sin que lo acompañen su esposa, la Infanta Cristina, ni tampoco sus hijos. Son momentos duros para una persona que se ha de enfrentar por primera vez en su vida a unas circunstancias tan difíciles como son las de acudir ante un juez y unos letrados que le van a escrutar con detalle y van a analizar con lupa cualquiera de las palabras que pronuncie, los gestos o reacciones que tenga. Su condición de yerno del Rey en esos momentos no le va a valer para nada y las facilidades que recibía antes por parte de la Casa del Rey, por ser miembro de la Familia Real, han desaparecido. Desde que los responsables del Palacio de la Zarzuela determinaron que ante su comportamiento poco ejemplar lo mejor era vetar su presencia en cualquier acto oficial, Urdangarín sabe que es él el que tiene que hallar soluciones para su más que comprometida situación.

El Duque de Palma dedicará, sin duda, esta semana a preparar su declaración junto con sus abogados. A diseñar una estrategia creíble para convencer al juez y al fiscal del sumario del caso de que es inocente, postura que él mantiene según ha informado su abogado y portavoz a los medios de comunicación, en esas improvisadas e inadecuadas declaraciones a pie de calle que hace tan a menudo.

Pero, con toda seguridad, Iñaki Urdangarín dedicará parte de este tiempo previo al día D y hora H de su vida a reflexionar sobre todo lo que ha pasado, a las consecuencias de haber vivido, quizá peligrosamente, en el filo de la navaja. A pensar si ha valido la pena el riesgo que ha corrido y que ha acarreado tantas consecuencias negativas a sus hijos, a la Infanta y a la Familia Real.

Será, el del sábado, un día decisivo para el futuro de Iñaki Urdangarín y su familia. El día en el que tendrá que empezar la penosa e ímproba tarea de intentar convencer a todos de que lo que se ha dicho hasta ahora no se corresponde con la verdad y que él, como cuando era deportista, no ha jugado con ventaja.

Carmen Enríquez