Ana Pastor se «revela» en Irán

Tras unas duras negociaciones con el Gobierno de Irán para conseguir la entrevista con el presidente del país, Mahmud Ahmadineyad, la directora del «Los desayunos de TVE» tuvo que acceder a colocarse el hiyab para que TVE se convirtiera en el primer medio occidental al que el iraní concedía una entrevista. De poco le sirvió, porque a medida que la charla se adentraba en temas tan polémicos como la crisis de Libia, el apoyo de Occidente a los dictadores o la represión a los opositores en Irán, el velo se escurría de la cabeza de la periodista a la misma velocidad que crecía la tensión entre ambos interlocutores. Un suceso que no alteró la expresión del líder iraní, que ya se sentía bastante molesto por las preguntas de Pastor.

El encuentro entre la periodista y el presidente de Irán comenzó comentando la situación del terremoto de Japón y la alarma nuclear que ha causado este seísmo, pero pronto Pastor paso al ataque con sus insistentes preguntas sobre la crisis en Libia. Ahmadineyad contestaba con evasivas e intentó reconducir la entrevista con ataques al Gobierno de EE UU ante las insistentes cuestiones de Pastor, que no dudaba en interrumpir al mandatario en sus disquisiciones para preguntarle sobre una posible solución ante la «masacre que se está viviendo en ese país». Ante tanta perseverancia y con una media sonrisa, el político le replicó «usted puede insistir con su pregunta, pero yo no tengo que convencerla».

El acosado presidente respondía con preguntas retóricas que arrancaron la sonrisa incrédula de la periodista, que terminó por sentenciar: «Los periodistas, al menos en España, no estamos acostumbrados a responder preguntas, sino a hacerlas». La situación se hizo más tensa cuando Mahmud Ahmadineyad llegó a comparar a los opositores iraníes con los «separatistas vascos» en España.

Apoyo en Twitter
El trabajo de Pastor fue aplaudido en Twitter y la entrevista llegó a ser «trending topic» mundial en esta red social. «Muchos de los periodistas que la aplauden deberían mirarse en un espejo», aseguraba uno de los usuarios, mientras otro añadía: «Pastor ha sido insistente y valiente». La protagonista, por su parte, restó importancia a estos halagos, porque «el periodista no es la noticia y sí las declaraciones del presidente». De su «descuido» con el velo desmintió que lo hiciera adrede: «Intencionalidad no hubo. No fui consciente cuando se me cayó, porque toda mi concentración estaba en la intensidad de la entrevista», aclaró.


Preguntas sin respuesta
Ahmadineyad hizo ayer ante Ana Pastor una exhibición de lo que significa salir por la tangente. Respondió con evasivas, o con preguntas y ataques, a temas como la homosexualidad y su represión; la lapidación de mujeres o el conflicto en Libia. «Yo sé que el Gobierno español reprimió a los separatistas vascos». En relación con la lapidación, Ahmadineyad preguntó: «¿Acaso el pueblo europeo puede intervenir en los asuntos iraníes?»; y, en relación con la desaparición de opositores al régimen, preguntó a la periodista: «¿Tiene que saberlo usted? ¿Es usted su abogada?». El presidente de Irán culpó a Occidente de la situación de Libia, por apoyar las dictaduras y facilitarles armamento. «Usted quiere imponerme su opinión y yo no voy a aceptarlo», le dijo a Pastor.