Beirut

Chacón advierte en Líbano de que «la ausencia de guerra abierta no es la paz»

Rubalcaba a Afganistán y Chacón a Líbano. Así se repartieron las visitas a las tropas en el Gobierno y así cumplió ayer la ministra de Defensa con el guión, pese a que inicialmente era ella quien iba a hacer ambas escalas.

La ministra de Defensa pasó revista a las tropas
La ministra de Defensa pasó revista a las tropaslarazon

La insistencia de Rubalcaba en visitar a los guardias civiles de Afganistán, que el pasado verano sufrieron dos bajas, redujo los planes de Defensa a una sola de las tres misiones. Así, Chacón aterrizó ayer a primera hora en Beirut y, tras reunirse con el presidente libanés, Michael Suleiman, se trasladó a la base «Miguel de Cervantes» para encontrarse con los cerca de 1.100 soldados españoles desplegados frente a los Altos del Golán. Por esta región, «uno de los focos de inseguridad y de inestabilidad mayores del mundo», según Chacón, han pasado ya 14.000 soldados españoles y su trabajo diario, añadió la titular de Defensa, es «definitivo» para «la paz en el mundo y para la seguridad de todos los españoles». Eso sí, advirtió, «la ausencia de guerra abierta no es la paz» y esta misión es «especialmente compleja» por la zona del mundo en que se desarrolla.

La ministra, acompañada por la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, el jefe de Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez, y el jefe de Estado Mayor del Ejército, Fulgencio Coll, aprovechó su breve estancia en Líbano para reunirse también con el general Alberto Asarta, jefe de Unifil, la fuerza internacional de interposición entre Líbano e Israel, que después de un año de mandato acaba de ser ratificado otro año más al frente de los 12.000 soldados de 34 países que componen el contingente total. Chacón pasó revista a las tropas y homenajeó a los caídos por España, que en esta misión ascienden a ocho. Los 1.100 efectivos desplegados en Marjayún, procedentes en su mayoría de Córdoba, pasarán aquí las navidades, y a ellos quiso dedicar la ministra una frase que ya ha utilizado en otras ocasiones pero que refleja bien el sacrificio de los soldados: «En estas fiestas va a haber en más de mil hogares de España una silla vacía, pero también va a haber 46 millones de españoles orgullosos por lo que hacéis», por un trabajo que calificó de «sobresaliente», no sólo por su labor «militar», sino porque «no hay nada más definitivo para la paz que la relación humana y cultural con la población civil».

En el plano militar, los soldados siguen patrullando con los vetustos BMR que, según aseguró la ministra en la comparecencia del pasado jueves, ya no operaban en los despliegues. Hasta el momento, el blindado protagonista de innumerables polémicas en los últimos años ha sido sustituido en Afganistán, y aquí se está esperando a que se complete el relevo en aquella misión para comenzar a introducir los RG-31 y los Lince, mucho más seguros para combatir las minas y más estables que el BMR.

La ministra, que antes de partir se reunió también con el primer ministro libanés, Saad Hariri, brindó con los soldados «por estas fiestas, por vuestro trabajo, por Unifil, por España y por el Rey». Pocas diferencias con la visita de Rubalcaba a Afganistán. Quizá sólo que en esa misión, los combates son la constante y aquí, la calma se vive con mil ojos puestos en una de las fronteras más calientes del mundo.