Gastronomía

La Odisea renace

La Razón
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Háblame, Musa, de aquel varón de multiforme ingenio… Sí, vuelve La Odisea. Se trata del restaurante y hotel L'Odissea d'Empordà, con el maestro-poeta Antonio Ferrer a los fogones. Es aquel de los años setenta, que de Barcelona marchó al Castillo de Orris, y ahora vuelve a abrir su cocina. Tuvo buenos padrinos: Carlos Barral, Vázquez Montalbán, Javier Lentini, jurados de su premio literario.Se trata de una cocina alejada de los experimentos actuales. Ésta provoca una sinfonía de placeres sin escamotear el producto. Algo en la línea de La Tour d'Argent de París. No es casual que uno de las pocas herramientas para elaborar el pato prensado de la torre parisina, se exhiba en el comedor, aunque sólo se use cuando al gran chef le viene en gana.Otro brote verde gastronómico en el Empordà. Se trata de Le Vintage, hotelito de ocho estancias y restaurante frente al mar, llegando al legendario Cap Sa Sal de Begur. El chef Jordi Giménez nos ofrece sus platillos de diseño: «Desde que se ha hecho devota, es de lo más goloso que pisa este mundo, parece no haber nadie de gusto más refinado que ella.... Se pasa el día inventando picardías», decía en el gastrónomo Tallemant des Réaux de Madame de Sablé, noble antecesora del placer gastronómico. Las picardías no son más que tapas bien elaboradas: lo de Ferran Adrià, o Jordi Giménez, no es postmoderno, es la vuelta a la modernidad de la vieja dama.