Crítica de cine/«Dos amantes»: Clásica y bipolar

Director: James Gray. Intérpretes: Joaquin Phoenix, Gwyneth Paltrow, Vinessa Shaw e Isababella Rossellini. Guión: J. Gray y Ric Menello. Duración: 110 minutos. EE UU, 08. Melodrama. Entre la espada y la pared, entre la mujer solar y la «femme fatale» marcada por la nocturnidad: sólo un hombre con trastorno bipolar, afligido por una ruptura amorosa, puede ser víctima de este deseo dual entre lo doméstico y lo peligroso. Es un conflicto típico del cine clásico, y desde ese clasicismo, teñido de una melancolía difícil de definir, enfoca Gray la magnífica «Dos amantes». No deberíamos dejarnos engañar por el convencional disfraz de este ejemplar melodrama: después de todo, Gray ha sabido sacarle jugo a la tradición del cine de género hollywoodiense desde «Cuestión de sangre». Encontramos aquí la elegancia de la puesta en escena del mejor Sirk o del Hitchcock de «La ventana indiscreta» o «De entre los muertos», citadas de forma nada subliminal como modelo narrativo, para contar la historia de un hombre atrapado entre dos mundos que están en éste. El de-sequilibrio emocional de una chica que necesita tanto que dependan de ella como depender de alguien (estupenda Gwyneth Paltrow en un registro al que no nos tiene acostumbrados) y el refugio anímico (pero también la cárcel de la protección familiar) que ofrece otra chica que parece el epítome de la mujer casera, son las opciones entre las que se mueve nuestro desaliñado héroe (Joaquin Phoe- nix). Gray le obliga a elegir, y demuestra que, en el amor, toda elección es, por definición, un error de cálculo, una condena.