País Vasco

Bildu: desafío a la bandera y apología etarra

Bildu: desafío a la bandera y apología etarra
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MADRID-Sortu consiguió superar ayer la prueba que Bildu ya logró pasar el 6 de mayo de 2011: la legalización. Desde que la coalición abertzale pudo acceder a las elecciones municipales del pasado mayo, sus representantes han sido protagonistas de actos en favor de los presos, de funciones dónde las burlas a la Corona y a la Guardia Civil eran los protagonistas, e incluso a la recuperación del «impuesto revolucionario» camuflado en forma de lotería de navidad.

Bildu consiguió un total de 953 concejales en las elecciones locales del 22 de mayo de 2011, 16 días después de conseguir el «visto bueno» del Tribunal Constitucional. En agosto, el diputado general de Guipúzcoa, Martín Garitano, aprovechó su asistencia a las fiestas de San Ignacio de Loyola, en Azpeitia, para exigir la derogación de la «doctrina Parot».

Con la llegada del invierno los miembros de Bildu mostraron su cara menos constitucional con una parodia en el pueblo de Alsasua donde se burlaban, entre otros, del Rey y de la Guardia Civil, e incluso invitaron a irse del pueblo a las fuerzas de seguridad con un cartel que colgaba en el teatro municipal y que mostraba la frase «que se vayan a hacer ostias». Juan Carlos Izaguirre, alcalde de Bildu en San Sebastián, retiró del Consistorio una pancarta que llevaba ahí desde 2001 y que rezaba «No a ETA. Derechos humanos y convivencia en paz». Bildu tampoco quiso celebrar el 6 de diciembre el aniversario de la Constitución, y en Navidad, en el pueblo de Elorrio se recaudó un «aguinaldo revolucionario» entre los comerciantes y hosteleros del pueblo. Más recientes han sido las cartas enviadas en Sopuerta (Vizcaya) alentando a los vecinos a manifestarse a favor de los presos y firmadas por el propio Ayuntamiento. Siguiendo la estela marcada por estas acciones están las invitaciones de Garitano a familiares de presos de ETA para acudir al palco durante la bajada del Celedón, el «brindis» del ayuntamiento de Leiza por los condenados etarras, o los recientes llamamientos a la Guardia Civil en Alsasua para que se marchen colgando tricornios y maletas de los cables de la luz.

También existen otras medidas polémicas de un carácter más político y no relacionado con el terrorismo, como la subvención del carné de conducir a quienes se examinen en euskera, el intento de acabar con la fiesta taurina en el País Vasco o la sustitución de partidas destinadas a la ayuda social por una subvención a una película que trata el tema de los presos.