Aborto

Excepcionalidad por Marta Robles

La Razón
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Abortar es una desgracia. En cualquier circunstancia: por enfermedad del feto, por enfermedad de la madre, por circunstancias relativas a uno o a otro, o por cualquier otra cosa. Si hay abortos justificados o no, es algo muy difícil de determinar, y cuál es la situación límite en la que se debe facilitar la posibilidad de abortar también es muy complicado de concluir. Lo que sí es cierto es que todas y cada una de las mujeres que portan una vida en su interior deberían encontrar el apoyo suficiente tanto en sus parejas, como en sus familias y en las instituciones, como para poder llevar a buen término sus embarazos.
Ahora Sanidad se plantea retirar el aborto de la cartera de servicios de la Sanidad pública. Una medida que se puede comprender siempre y cuando el aborto no tenga carácter de emergencia para la madre. En el caso de que, por ejemplo, exista un riesgo mortal, supongo que no se contemplará dejarlo fuera de los servicios gratuitos. Sobre todo, porque podría llegar a ocasionar que una mujer, en circunstancias extremas, no acudiera al hospital. Incluso que su pareja no la animara a hacerlo. La Sanidad, como la ley, debe contemplar la posibilidad de la excepcionalidad y explicarla bien. Que no se pueda abortar, digamos caprichosamente –si es que este adjetivo se puede aplicar a la terrible realidad que supone un aborto-, a costa de la Sanidad pública, es algo total y absolutamente incontestable. Que no se amparen los abortos recogidos en la ley es algo distinto. Pero imagino que el Ministerio no se planteará hacer una tabla rasa y que evaluará minuciosamente todo lo relativo a tan delicado asunto.