Francia

El primer etarra juzgado tras el alto el fuego se enfrenta a 83 años de cárcel

El fiscal mantiene su petición de 83 años de cárcel para el ex jefe militar de la banda Gorka Palacios por la muerte de un policía.

El ex jefe militar de ETA Gorka Palacios, el primer etarra en ser juzgado tras el comunicado de la banda terrorista anunciando el "cese de las acciones armadas ofensivas", ha optado por guardar silencio ante el tribunal de la Audiencia Nacional, al que se ha enfrentado por su presunta participación en el atentado perpetrado en julio de 2001 por miembros del 'comando Madrid' que acabó con la muerte del agente de Policía Nacional Luis Ortiz de la Rosa.

"No voy a contestar absolutamente nada", ha respondido Palacios a la presidenta del tribunal, la juez Angela Murillo, cuando le ha comunicado su derecho a no responder a las preguntas que se formulasen. Tampoco ha hecho ningúna alegación durante el turno de última palabra y se ha limitado a recordar que ya dijo que no iba a "hacer declaraciones".

El fiscal Juan Moral ha elevado a definitivas su petición de 83 años de cárcel para el etarra por un delito de asesinato terrorista, otro de estragos terroristas y cuatro más de lesiones terroristas. Además, ha pedido a la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal que imponga al supuesto etarra el pago de una indemnización de 300.506 euros a los herederos del agente fallecido y otra de 180.304 a uno de los heridos en el atentado que quedó incapacitado para trabajar.

En las dos ocasiones en que ha tomado la palabra, el etarra -extraditado temporalmente desde Francia el pasado mes de marzo- ha contestado en castellano y en una actitud más respetuosa que la que viene siendo habitual en los dirigentes de la banda cuando se presentan ante la Audiencia Nacional. El último ex jefe militar en pasar por este tribunal, Francisco Javer García Gaztelu, alias 'Txapote', mandó "al carajo"a los jueces, tras negarse a levantarse cuando así se lo solicitaron.

Durante el juicio han declarado en calidad de testigos los etarras también miembros del 'comando Madrid' Aitor García Aliaga y Ana Belén Egües Gurrutxaga, ya juzgados y condenados por estos hechos en la Audiencia Nacional. Ambos han coincidido en defender que las declaraciones que efectuaron inculpando al procesado, en sede policial y judicial el primero y ante la Policía la segunda, fueron realizadas bajo coacciones y torturas.

García Aliaga incluso ha negado conocer a Palacios y ha explicado que sólo sabe quién es "de haberlo visto en televisión y en fotos", a pesar de que a su entrada en la sala ambos se saludaron con sonrisas y gestos e intercambiaron algunas palabras. A Egües Gurrutxaga la presidenta del tribunal no ha llegado a preguntarle si conocía al procesado, ya que los saludos fueron aún más evidentes.

"Por lo que veo se conocen bastante, no tengo que preguntárselo", ha afirmado la juez, a lo que la etarra, conocida con el alias de 'Dolores', ha respondido: "Sí, sí, somos muy buenos amigos". A pesar de ello, ha asegurado no recordar lo que pudo haber manifestado en contra de Palacios ante la Policía y ha insistido en que no se ratifica en sus declaraciones.

Durante la vista oral, a la que no ha comparecido ninguna víctima, también ha testificado uno de los policías que se desplazó al lugar del atentado después de que el 091 recibiera la llamada de uno de los miembros del 'comando Madrid' alertando de la colocación del coche bomba en la madrileña calle Ocaña. Ha explicado que la explosión causó "muchos destrozos"porque tuvieron "poco tiempo"para desalojar la zona y la calle donde se había colocado el vehículo era "muy estrecha".

Además, varios funcionarios de la Policía que participaron en la toma de declaración de García Aliaga y Egües han ratificado que ambos reconocieron a Palacios como miembro de la banda terrorista y lo situaron en esta acción terrorista. En concreto, explicaron que su participación se concretó en la búsqueda de información, la elaboración del explosivo y la reivindicación del atentado.

Según ha defendido el representante del Ministerio Público en su informe de conclusiones finales, las declaraciones de estos dos etarras son "pruebas más que suficientes"para fundamentar las acusaciones contra Palacios. Además, se ha referido a un informe elaborado por peritos de la Policía que concluía que el procesado era miembro liberado de ETA y que formó parte del 'comando Madrid'.

No es esta la opinión del abogado del procesado, Haritz Escudero, que considera que en la vista oral se ha acreditado que no existe prueba de cargo suficiente para condenar a Palacios. A su juicio, los únicos indicios que existen contra su defendido son las declaraciones policiales y judiciales de Egües, que se verían ratificadas por las efectuadas por 'Dolores' a la Policía, pero que no han sido corroboradas con ningún indicio externo.

Escudero recordó que, según doctrina del Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional, las declaraciones de coimputados son pruebas "legítimas pero no suficientes"y por tanto deben ser confirmadas por "datos ajenos a la mera declaración del coimputado"para poder llevar a una condena.

En este caso, el abogado recalcó que "no hay ningún indicio"que corrobore que Palacios era miembro del 'comando Madrid' y "ni siquiera que estuvo en Madrid"en las fechas en que se llevaron a cabo los atentados que se les atribuyen, ya que no se ha encontrado ni una huella suya en las cinco viviendas que se registraron tras la desarticulación del comando.

Tras este primer juicio, Palacios deberá volver a la Audiencia Nacional para ser juzgado por otro atentado cometido un mes antes, en junio de 2001, y en el que falleció el general Justo Oreja Pedraza.

En el momento en que fue detenido, era jefe de los comandos operativos de ETA. En la jefatura del aparato militar de la banda le acompañaba entonces Ibon Fernández Iradi, alias 'Susper', que fue arrestado días después. Antes de su huida a Francia, el presunto etarra había pasado por el 'comando Madrid' y el 'comando Andalucía'.