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El mundo se rinde a España

La historia del fútbol español no sólo se escribe dentro de las fronteras del reino. La gran mayoría de medios de comunicación internacionales coinciden en alabar el gran juego demostrado por «La Roja».

La Razón
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Pakistán. La afición española, aunque sólo seamos cerca de una treintena, demostramos el gran apoyo de la afición a «La Roja». Ni el bochorno ni la falta de sueño por la diferencia horaria mermaron los ánimos. Tan frescos como una rosa lo celebramos por todo lo alto con ibéricos, tortilla de patatas y rumba de Peret.En la prensa pakistaní, aunque éste sea el país del críquet, la victoria de España ha ocupado un lugar destacado en la prensa. Aunque sólo haya sido por una vez en el espacio de deportes, el fútbol compitió con las noticias sobre el auténtico deporte nacional, según informa Ethel Bonet, corresponsal de LA RAZÓNParís. Una marea de banderas españolas descendiendo los Campos Elíseos, al son de bocinazos y «vuvuzuelas». La imagen era tan inhabitual como conmovedora. Los «Viva España» recorrieron toda la ciudad.Ni la Biblia del deporte galo, «L'Equipe», pudo resistirse, como el resto de la prensa francesa, a ensalzar las virtudes de la selección española. Unánimes en cuanto a la calidad y unidad, los rotativos «Le Monde» y «Liberation» no escatimaron en superlativos para definir el triunfo, escribe el corresponsal Álvaro del RíoBuenos Aires. Es verdad eso de que los colores se sienten más fuera de casa. La «marea roja» inundó el Obelisco de la Avenida 9 de Julio. Para tantos españoles que llegaron a Argentina hace décadas huyendo de la pobreza para no volver, esta final tuvo un sabor especial.La prensa argentina se postró a los pies de «La Roja». El principal diario del país, «Clarín», titulaba en portada: «España, nuevo Rey del futbol mundial». Un editorial interior alaba el juego de los españoles: «El fútbol que permite gritar goles y aplaudir jugadas. Un equipo de elegancia y precisión.» Informa Ángel Sastre.Jerusalén. El lugar más insólito para ver las conquistas de «La Roja» ha sido el muro de seguridad que separa la parte israelí de los territorios palestinos. Los restaurantes colindantes utilizaron la alta y lisa pared de hormigón como pantalla gigante en la que reflejar los partidos. Pero para la final, la colonia española en Jerusalén acudió al mismo hotel que los holandeses.«El mundo de España», encabeza el «Jerusalem Post». «España», palabra con la que abre el «Yedioth Ahronot», el periódico de más tirada en Israel, tal y como relata la corresponsal de LA RAZÓN, María PovedaRoma. Tras el pitido final, la fiesta se trasladó al lugar más significativo para los españoles en Roma: la Piazza de España. Ataviados con las camisetas de «La Roja» y banderas nacionales, cientos de españoles se congregaron el domingo frente a la escalinata y se bañaron en la fuente de la Barcaccia.«Conquistadores», tituló en español a toda plana «La Gazzetta dello Sport». «Con el fútbol se ha olvidado la crisis: Hermanos de España», titulaba «Il Messaggero». La Prensa transalpina también reclamó la nacionalidad del pulpo Paul; según su cuidadora, fue cazado en aguas de la isla de Elba. Informa Darío Menor.Londres. Una marea roja ocupó literalmente el centro de Londres la noche del domingo. El «yo soy español, español» retumbó en todos los rincones y sonó aún con más fuerza cuando las gigantescas pantallas de Piccadilly proyectaron la bandera rojigualda. El camino que une a la céntrica plaza con Trafalgar estaba totalmente colapsado.«The Guardian» tituló, en español y con tinta roja, «Viva España». «The Times» publicó en portada la foto de la selección con la copa en alto y con el fondo de la bandera rojigualda. A pesar de que fue este periódico el que culpó a Sara Carbonero de la derrota ante Suiza, ayer fue uno de los pocos que no colgó en su página web el beso del capitán de la selección a la periodista durante la entrevista. Informa Celia Maza, corresponsal de LA RAZÓN