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Lazos históricos herramientas de futuro por Alan D SOLOMONT

La Razón
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Mientras en España se conmemora el 519 aniversario de la llegada de Colón al Nuevo Mundo, en Estados Unidos también celebramos –durante septiembre y octubre– nuestra herencia hispana. Hoy, el secretario del Interior Ken Salazar, el funcionario hispanohablante de más alto de rango en el Gobierno de EE UU, acompañará al presidente Obama durante la celebración del Foro de la Herencia Latina de América patrocinada por la Casa Blanca.

Estamos en un punto álgido en nuestras relaciones, con un aumento de la cooperación bilateral y en los retos de la escena internacional en torno a una agenda global compartida, con una creciente inversión española en Estados Unidos y un número récord de estadounidenses que estudian y celebran sus vacaciones en España. Pero hay más de 50 millones de razones por las que la relación podría ser incluso mejor.

Hay 50 millones de estadounidenses de habla española que viven en Estados Unidos y otros 4 millones en el Estado asociado de Puerto Rico. Son el grupo étnico de mayor crecimiento del país, hecho ya reconocido por el Gobierno de EE UU, las empresas y las comunidades locales. Ya son la minoría más numerosa, pero para 2050 la población hispanohablante se doblará hasta llegar a representar un cuarto de la población. Con este crecimiento demográfico viene el correspondiente aumento en su poder económico y político. En las elecciones de 2008, cuatro estados que votaron a George Bush en 2004 apoyaron al presidente Obama, y fueron a los votantes de habla española los que provocaron el cambio. El poder adquisitivo de este grupo es ya de más de un billón de dólares, aproximadamente tres veces las exportaciones proyectadas por España en 2011.

Mientras que los hispanohablantes en Estados Unidos no son ni mucho menos un grupo homogéneo –más del sesenta por ciento ha nacido allí, pero los inmigrantes llegan de todas partes de América Latina– por lo general tienden a compartir dos características: su amor por EE UU y los lazos lingüísticos y culturales de su herencia española.

En un momento en que la relación entre Estados Unidos y España está en una fase de expansión, tiene todavía más sentido apelar abiertamente a este grupo cada vez más importante para mejorar nuestra relación. Hay enormes oportunidades y apenas hemos rascado la superficie.

Uno de los nexos de unión más importante es nuestra relación económica. España es la sexta mayor economía de Europa, representa el 12% del PIB europeo, y también es el undécimo mayor inversor en EE UU. El secreto mejor guardado es que España es el segundo país de más rápido crecimiento en inversión extranjera directa en nuestro país, sólo superada por Singapur.

En los últimos tres años, la inversión directa de empresas españolas en Estados Unidos aumentó de 12.000 a 47.500 millones de dólares y han creado más de 69.000 puestos de trabajo, número que no hace más que incrementarse. Pero eso es sólo una gota de agua en el océano comparado con los 2,3 millones de empresas de propietarios de habla española que generaron casi 350.000 millones de dólares en ventas el año pasado. Estas empresas representan un puente potencial de entrada en el mercado de EE UU, pero las principales compañías de habla española en EE UU producen y exportan sólo a América Latina. Me gustaría verlas poner sus ojos en España.

La presencia de empresas norteamericanas también es muy importante. Hay más de 650 firmas de EE UU en España que emplean a más de 300.000 trabajadores. Sólo estas empresas representan el siete por ciento del PIB de España. Aun así creo que podemos usar nuestros lazos históricos para aprovechar las oportunidades que ofrece la comunidad de habla española en Estados Unidos y hacer las cosas aún mejor. Lo digo siempre que tengo oportunidad y he traído a muchos funcionarios de EE UU y a muchas empresas para transmitir este mensaje.

A finales de septiembre, el subsecretario José W. Fernández, uno de los funcionarios de más alto rango económico en el Departamento de Estado, vino a pronunciar un discurso ante el Foro de Negocios Latino-EE UU que tiene fuertes lazos con empresas de habla española en Nueva York y otras zonas. Una semana antes estuve en Florida para pronunciar un discurso ante la Cámara de Comercio de España en Miami y ante la Florida International University, centro de estudios que tiene el 56% de sus estudiantes de habla española. Y todo esto en sólo las dos últimas semanas. Durante el último año, la Embajada norteamericana en Madrid ha recibido la visita de una veintena de funcionarios de alto rango de EE UU así como decenas de empresarios, buscando aumentar las exportaciones hacia España, ampliar la actividad económica aquí y atraer la inversión española para Estados Unidos. El tejido empresarial y la Administración española que promocionan la inversión también han estado ocupados en Estados Unidos. Juntos podemos utilizar la lengua de Cervantes y el patrimonio común de 50 millones de estadounidenses que hablan español para construir puentes más fuertes y aumentar la prosperidad a ambas orillas del Atlántico. ¡Feliz Día de la Fiesta Nacional de España!

Alan D. Solomont
Embajador de EE UU en España