Ripollet

El carril bus–VAO no evita los atascos

El servicio se estrena con retenciones kilométricas para entrar en Barcelona

La Razón
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BARCELONA- El nuevo carril bus–VAO de la carretera C–58 se puso ayer en marcha con normalidad y no registró problemas de fluidez, pero no evitó que los otros carriles de la vía sufrieran las habituales retenciones de entrada a Barcelona de los días laborables. Según informó el Servei Català de Trànsit (SCT), las colas registradas para entrar en la capital catalana fueron «las habituales de un lunes por la mañana». Así, hacia las 9.00 horas se registraron retenciones de unos nueve kilómetros entre Terrassa y Badia del Vallès, y de siete kilómetros entre Barberà del Vallès y Montcada i Reixac, en sentido Barcelona.

También se formaron colas de alrededor de 1,5 kilómetros, entre el nudo de la Trinitat y Montcada, de salida de la capital catalana. La apertura del nuevo carril permitió poner en marcha cuatro nuevas líneas de autobús exprés entre el Vallès Occidental y Barcelona, con el fin de reducir el tiempo de trayecto y aumentar las frecuencias de paso en este corredor.
El servicio se estrenó con cuatro líneas que conectan Barcelona con Ripollet, Sabadell, Terrassa y Cerdanyola–UAB. El nuevo carril bus–VAO está reservado para autobuses y taxis, motocicletas y coches que lleven al menos tres pasajeros, así como para vehículos ecológicos.

Estas son las primeras de las cuarenta líneas que integrarán la nueva red de autobuses exprés.cat, que el departamento de Territorio y Sostenibilidad implantará de manera progresiva en todo el territorio para mejorar las comunicaciones en transporte público entre ciudades.
Las cuatro líneas inicialmente en servicio salen de la estación Sagrera–Meridiana, donde hay correspondencia con bus urbano, metro y trenes de Cercanías, y formarán parte del sistema tarifario integrado de la Autoridad del Transporte Metropolitano (ATM), por lo que no tendrán un coste adicional y los usuarios podrán utilizar los títulos ya existentes.

Por su parte, la citada conselleria valoró de manera positiva la puesta en marcha del nuevo carril, y atribuyó al «efecto mirón» parte de las retenciones de vehículos. El director general de Transportes y Movilidad, Ricard Font, señaló que este servicio requiere «un proceso de adaptación» de uno o dos meses para poder hacer un balance acertado de su puesta en marcha.
La presencia de patrullas de los Mossos d'Esquadra, además de fotógrafos y cámaras de televisión, en el carril hizo que muchos viajeros que circulaban con sus vehículos privados por la C–58 desaceleraran a la altura del inicio del carril especial para ver qué ocurría, lo que acabó provocando las retenciones.