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De duque a gigoló

Miguel Ángel Silvestre acaba el thriller erótico. «Lo mejor de Eva» y protagoniza la serie «Alakrana»

Silvestre bromeó ayer con unas gafas de carnaval durante la rueda de prensa
Silvestre bromeó ayer con unas gafas de carnaval durante la rueda de prensalarazon

Miren la imagen que acompaña a estas líneas, porque es de las pocas veces que veremos a Miguel Ángel Silvestre poco favorecido. El actor es imagen de la firma de gafas Police y ayer se presentó en sociedad feliz con un modelo de culo de vaso, porque hasta así entusiasma a sus «fans». Después de la revolución que provocó su personaje de el duque en la serie «Sin tetas no hay paraíso», temporada en la que tuvo que mostrar su cara más mediática, el intérprete soporta la lluvia de «flashes» sin pánico escénico alguno. Acaba de terminar en Valencia el rodaje de «Lo mejor de Eva» de Mariano Barroso, un thriller erótico en el que encarna a un gigoló y en el que comparte protagonismo con Leonor Watling ¿Qué prefiere ser duque o gigoló? «He disfrutado con ambos papeles, porque han sido divertidos. Además, Leonor es una persona muy generosa, cariñosa y comprensiva, una compañera mágica con una gran trayectoria. Ha compartido conmigo muchas de sus experiencias», afirma el actor, quien, al hablar de sus dotes de seducción, se quita mérito: «Los diálogos de la película son ingeniosos, están repletos de estrategias para acceder al mundo de la mujer».
También tiene pendiente de estreno una serie sobre el secuestro del atunero vasco, «Alakrana», en las costas de Somalia, así como la película «Verbo»: «Al escoger un trabajo u otro necesito sentir la historia, lo que le ocurre a mi personaje. Sólo así percibo si quiero pertenecer a ella».

El nuevo Bardem

Cuando le llegó el guión del primer largometraje de Eduardo Chapero-Jackson, director de numerosos cortos premiados, además de amigo íntimo, no se lo pensó dos veces. Verónica Echegui es su compañera de reparto y, dicen, la cinta dará que hablar: «Cuenta la historia de una adolescente que posee un sexto sentido e intuye que en el mundo existe algo más que lo que ven nuestros ojos. Eduardo crea una atmósfera impactante y trabajar con él ha sido mágico, sobre todo después de la pausa de año y medio que me había tomado». Con quien no le importaría compartir cartel es con Bardem, a quien reconoce admirar. Tanto, que también prepara sus papeles en Coraza y sus seguidoras ya confirman de él que es el nuevo Bardem. No habla de amores, sólo le sonsacamos que se cuida «haciendo surf», que se relaja practicando yoga y que en el secreto para que le lluevan los proyectos no entra su físico, sino «el aprendizaje, que es algo impagable. Imagínate lo que me he llevado después de estar a las órdenes de Mariano Barroso», concluye.