
Vacaciones
Nochevieja con niños al abrigo del Teide
Estrenar 2011 en manga corta y con todos los lujos es posible en el Iberostar Anthelia, un cinco estrellas situado en Costa Adeje que incluye cena de gala también para los más pequeños de la casa

Navidades al sol? La proposición suena de lo más apetecible. Y no es necesario irse demasiado lejos para ponerla en práctica. En apenas dos horas y media de vuelo, el viajero puede «plantarse» en medio del Atlántico y disfrutar, casi con seguridad, de agradables temperaturas que no bajan de los 20 grados centígrados, a pesar de que el calendario nos diga que estamos en pleno invierno. ¿Dónde? En la isla de Tenerife, el lugar idóneo para que entrar en el nuevo año sea una experiencia única.
Si lo que busca el viajero es estrenar 2011 rodeado de lujo y exclusividad, su destino es el Iberostar Anthelia, un hotel de cinco estrellas pensado para toda la familia y que cuenta con una oferta especial para Fin de Año. La propuesta incluye tres noches (del 29 de diciembre al 1 de enero) en régimen de habitación doble y desayuno, una suculenta cena de gala en el restaurante Zeus la noche del 31 de diciembre y cotillón con barra libre de cava durante la fiesta por 920 euros por persona.
El festín culinario de fin de año está asegurado, pero no sólo para los adultos, ya que los más pequeños de la casa también tienen su exclusivo menú: para abrir boca los niños tienen la «brico casa», a base de ensaladilla, jamón ibérico, verduritas y tomatito relleno; le sigue «la vaca que ríe», con crema de calabaza, quesitos en porciones y costrón de pan: el sorbete de champín con fresas y burbujitas de naranja es un alto en el camino, aunque el banquete continúa con el solomillo de ternera con saquito de pasta y patatas paja. El colofón a la cena llega en forma de Bob Esponja de Navidad, una esponja de chocolate con cremoso de galleta, espuma de chicle, puntos de regaliz y decoraciones de azúcar. Para beber, los reyes de la casa tienen champín, refrescos y agua mineral, además de un cotillón.
Después del banquete, diseñado por el chef Juan Carlos Clemente, llega el turno de bailar hasta altas horas de la madrugada. Pero si las fuerzas flaquean, aquellos huéspedes que lo demanden pueden contar con la ayuda de una niñera que se encargue de los niños.
Chapuzón en el océano
Situado en primera línea de mar, entre las playas del Duque y de Fañabé –en la denominada Costa Adeje–, el viajero no puede desaprovechar la oportunidad de bañarse en el Atlántico. ¿Qué mejor modo de empezar el año que con un buen chapuzón? Y si no es el mar, la extensa piscina del hotel tampoco defrauda.
La propuesta navideña incluye, además, acceso libre al Thai Zen SPAce del hotel, un nuevo concepto de bienestar y spa importado de Asia para el cuidado del cuerpo, la mente y el espíritu. Puestos a descansar y empezar el año con fuerzas renovadas, merece la pena dejarse mimar por manos expertas y recibir alguno de los muchos tipos de masaje que se ofrecen, así como alguno de los tratamientos faciales y corporales. Pero hay más, ya que el huésped puede practicar yoga o meditación, además de relajarse en el circuito termal que incluye piscina activa, multitud de chorros y cascadas, piscina a 40 grados centígrados, pozo frío, sauna finlandesa, hammam y duchas de sensaciones.
Para los viajeros más activos, las posibilidades también son muy amplias, ya que en los alrededores del hotel el huésped puede practicar desde buceo hasta golf, pasando por el windsurf y el ciclismo.
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