Adelaida

Tecnología española al sur de Australia

El Estado de Australia del Sur inaugurará este año la desaladora de Port Stanvanc, que cubrirá la mitad de las necesidades de su capital, Adelaida. Unos 100 gigalitros anuales que reducirán el estrés hídrico del río Murray 

Tecnología española al sur de Australia
Tecnología española al sur de Australialarazon

El último parte del departamento de aguas del Estado de Australia del Sur informa de que esta misma semana el nivel del río Murray ha crecido debido a las copiosas lluvias y riadas de los estados vecinos, Nueva Gales del Sur y Victoria. «Un flujo que se mantendrá alto durante el mes de febrero». Según la Oficina de Meteorología Australiana, 2010 ha sido el tercer año más húmedo desde los 90 y el Estado Meridional ostenta junto a Nueva Gales del Sur y el territorio del Norte su tercer año más lluvioso.
Mientras el Gobierno evalúa las consecuencias económicas de las pasadas inundaciones en Queensland, la realidad pluviométrica del país pinta una estampa de lo más variado en cada punto cardinal. Australia Occidental sufre de escasez hídrica desde 1960 y el aumento del caudal del río Murray en el Sur es algo anecdótico en el cómputo histórico global.
El Gobierno de Australia del Sur, tras varios años mirando con esperanza y nerviosismo al cielo, decidió independizarse un poco de los fenómenos naturales al comprobar en 2008 que el río Murray había alcanzado «los caudales más bajos en 118 años». El Plan «Water for Good», realizado entre el Estado y Sawater (la compañía encargada del tratamiento y distribución de agua) jerarquizaba una serie de medidas a emprender para diversificar los recursos hídricos y asegurar el suministro a una población en constante crecimiento sin depender de las lluvias. El escenario de partida no es muy alentador: para 2050 calculan que la población alcanzará los 2,49 millones de habitantes, de los cuales aproximadamente dos millones vivirán en su capital, Adelaida. Sólo las reservas de los montes Lofty Ranges (la otra fuente principal de consumo) descenderán como consecuencia del calentamiento global, reza el informe, un 41 por ciento.
De entre las más diversas medidas que fluctúan entre el reciclaje, la diversificación y el ahorro, la desaladora de Port Stanvanc es la estrella de la programación de las infraestructuras más inmediatas. Además, pretende bajar el estrés del río Murray. Desde la década de los setenta hasta ahora, Sawater ha instalado a lo largo del cauce hasta nueve plantas de tratamiento de agua. De ellas, seis abastecen Adelaida. El capítulo dos de la Declaración de Impacto Ambiental de la desaladora afirma que «en un año seco, la explotación de las reservas del río llega al 90 por ciento».
A unos 25 km al suroeste de la ciudad, en Port Stanvac, el consorcio internacional AdelaideAgua (McConnell Dowell, Abigroup, la española Acciona Agua y United Utilities Australia) es el encargado de construir y explotar durante 20 años la primera desaladora de Adelaida. Sólo para 2012 (y respecto a 2008) pretende cubrir el 50 por ciento de la necesidad de agua del millón actual de habitantes, convirtiendo el agua salada en unos 100 gigalitros anuales (100.000 millones de litros) de agua potable o 300.000 m3 al día.
Los trabajos están a punto de culminarse y se espera que a lo largo de 2011 la planta sea capaz de suministrar los primeros 50GL. La elección de la ósmosis inversa para el tratamiento del agua de mar incluye algunas mejoras. El agua marina entra en el sistema a través de una tubería situada a kilómetro y medio de la costa, llega hasta la estación de bombeo enterrada y de aquí sale catapultada hasta la zona de pretratamiento anterior a la ósmosis inversa. En este caso, se han usado membranas de ultrafiltración en lugar de los más convencionales filtros e arena. «La ventaja clara de este sistema es la mejora de la calidad de agua de salida y que garantiza un funcionamiento más estable», explica Manuel Manjón, director de construcción internacional para Oriente Medio y Australia de Acciona.
La ósmosis inversa básicamente consiste en empujar al agua hacia unas membranas a gran presión de tal manera que sólo lleguen al otro lado las partículas de agua limpias de impureza y de sal. En Adelaida, el diseño ganador propuso un doble paso por membranas para aumentar la cantidad de agua potable saliente y reducir el coste energético.

Ahorrar energía
La desaladora se encuentra a 52 metros sobre el nivel del mar; el bombeo para llevar el agua salada hasta aquí requiere mucha presión y energía. Para minimizar al máximo el gasto de electricidad se usan recuperadores de energía. Primero, utilizando el residuo de la alta presión requerida en el proceso de ósmosis y segundo, aprovechando el desnivel natural en las salidas del agua residual (con mayor volumen de sal) para instalar unas turbinas de recuperación «lo cual hace que se recupere una gran parte del consumo», detalla Manjón. Según la Declaración de Impacto Ambiental el ahorro alcanza el 40 por ciento.
El agua ya limpia es sometida a un postratamiento con cal, flúor y cloro y se une a la red de distribución de la planta de tratamiento de Happy Valley, a unos 11,5 km, donde se mezcla y se canaliza hasta los hogares de la ciudad.
La planta opera bajo la licencia medioambiental de Autoridad de Protección Medioambiental de Australia del Sur (EPA) e incluye monitorizar el grado de salinidad vertida a la costa, algo que se está controlando desde julio de 2010. En la zona elegida, al sur del golfo de San Vicente la profundidad de agua es de entre 21 y 40 km. Esta profundidad, unida a la localización de las tuberías de entrada y salida, los difusores y la velocidad del agua en ambos sentidos «causan un impacto nulo en el entorno», afirma Manjón. El Gobierno estudió la posibilidad de trasladar las concentraciones de sal a cuencas de evaporación, pero los números y la seguridad del diseño elegido sirvieron para dar carpetazo a la idea. Se necesitarían 6.400 hectáreas para una producción de 50Gl al año, considerando una evaporación anual de 950 mm.

A la conquista de Australia
El emblemático proyecto es la carta de presentación de Acciona en la isla. Un nuevo contrato de potabilización de agua, en Mudaring (Perth) está pendiente de resolución, aunque el consorcio en el que participa la compañía ha sido uno de los dos finalistas internacionales en el proyecto de diseño. Su desembarco en la economía del país, sin embargo, va más allá del agua. Su área de Infraestructuras acaba de ganar su primer contrato para la construcción del túnel de Northern Link en Brisbane. En el apartado de energías renovables, suma un total 258 MW instalados en dos parques eólicos (Cathedral Rocks en el Sur y Waubra en Victoria), a los que se añadirá este año el de Gunning en Nueva Gales del Sur, con otros 46,50 MW.