Literatura

Barcelona

Biedma: Pasión y obra de un poeta

Biedma: Pasión y obra de un poeta
Biedma: Pasión y obra de un poetalarazon

Ya lo dijo él, cuando escribió «Contra Jaime Gil de Biedma»: «Te acompañan las barras de los bares/ últimos de la noche, los chulos, las floristas,/ las calles muertas de la madrugada/ y los ascensores de luz amarilla/ cuando llegas, borracho,/ y te paras a verte en el espejo/ la cara destruida,/ con ojos todavía violentos...». Altoburgués catalán, señorito refinado y culto, homosexual libre y promiscuo, mártir del gran mal de los 80, el sida, que se lo llevó en 1990, Jaime Gil de Biedma dejó una obra fundamental para la poesía española, resumida en el volumen «Las personas del verbo» (Seix Barral, 1982) y una vida epicúrea, cifrada en amistades, como Carlos Barral o Juan Marsé, en etapas que invitan a la nostalgia, como los 70 de la «Gauche Divine», en una ristra convulsa de amantes, y en escenas impregnadas de alcohol y de chaperos, robadas a los arrabales más sórdidos de Manila. Biografía caliente En tinta se encargó de dejarlo escrito, con el acento en su vida sexual, la biografía de Miguel Dalmau (Circe, 2004). Y a partir de aquella surge ahora un proyecto cinematográfico que es ya casi una realidad: «El cónsul de Sodoma». Sigfrid Monleón («La isla del holandés», 2001, «La bicicleta», 2006, y el imprescindible documental sobre Emilio Ruiz del Río «El último truco», 2008, son algunos de sus filmes) se ha puesto tras la cámara para seguir la existencia de Gil de Biedma desde 1959, cuando publicó su primer libro, hasta 1988, cuando supo que se moría. Hace seis semanas comenzó el rodaje, a caballo entre Madrid y Barcelona (en la sala Changó de la capital se recreó esta semana la mítica discoteca barcelonesa Bocaccio), y acabará en abril en Filipinas. Jordi Mollà será el poeta, acompañado por Álex Brendemühl, Bimba Bosé, que debuta en el cine, Josep Linuesa, Isabel Stoffel y James Baldwin, entre otros. Pero, ¿qué Gil de Biedma retratará el filme? ¿El poético? ¿El que se dejaba llevar por cuartos oscuros y cantaba a marineros? «Es un personaje que tiene muchas facetas. Ése es uno de los temas de su obra: la identidad, junto al paso del tiempo y la experiencia amorosa», explica Monleón. «La biografía de Dalmau tiene 500 páginas y esto es sólo una película», añade el director, que niega haber hecho hincapié en lo escabroso: «Aunque en la biografía se han cargado las tintas un poco, no es una película con vocación de escándalo». Curiosamente, la sinopsis del filme nos lleva al terreno de las sábanas. Por los fotogramas pasarán Johnny, primero de sus amantes de bajos fondos, Luis, un novio más formal con el que no pudo ser, Isaac, Bel, su malogrado amor femenino, Toni, ayudante de fotógrafo, y finalmente Pep, un joven actor que lo acompañará hasta el final de sus días. Producida por Andrés Vicente Gómez («Boca a Boca»), el proyecto estaba ya en marcha cuando Monleón supo de él y no dudó en acudir a la productora: «Es mi poeta de referencia, uno de los poetas más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Cambió radicalmente lo que era la poesía española hasta ese momento. De alguna forma me marcó mucho y yo me sentía en deuda con eso», explica el director. En cualquier caso, matiza, «el libro es un trabajo de campo muy interesante, pero esto es una película. Gil de Biedma es un personaje novelesco, y yo quería una cinta en la que él se hubiese sentido cómodo como personaje». Pero también deja claro que no se trata de una hagiografía. «¿Cómo podría hacerse? Ya se encargó él de escribir ¿Contra Jaime Gil de Biedma¿», dice Monleón. Asegura el director que «todos los días descubro algo, en el trabajo con Jordi y con los magníficos actores, de esta personalidad múltiple. Son muchos personajes en uno que dialogan entre sí». Y explica: «Toda la cinta es un camino de conocimiento y de búsqueda. Rodarla me está ayudando a saber más de su poesía y su vida». Monleón eligió a Mollà desde el principio «porque no buscaba parecidos ni concurso de imitadores, y sabía que era un actor que podía llegar muy bien a la esencia». Mollà es el protagonista omnipresente (aparece en 143 de 156 secuencias). «Es el personaje más completo que he hecho nunca -asegura el actor-. Porque tiene infinidad de colores y abarca más de treinta años. Hay cientos de cosas maravillosas de la biografía de Dalmau que podríamos poner, y secretos contados por el biógrafo a Sigfrid hace una semana. Pero todo no se puede incluir».