Sevilla

El largo camino fuera de la Casa Consistorial

Dirigentes socialistas alertan de un conflicto sin solución

El largo camino fuera de la Casa Consistorial
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Aunque desde el círculo más cercano a Alfredo Sánchez Monteseirín se intenta vislumbrar con normalidad la nueva brecha abierta por Emilio Carrillo en el equipo de Gobierno, lo cierto es que su disposición a la dimisión viene a probar que el amago de paz interna auspiciado por motivos preelectorales por el alcalde y el secretario provincial del PSOE, José Antonio Viera, se queda sólo en las apariencias.El equilibrio socialista en el Ayuntamiento es extremadamente delicado, y buena parte del peso de la «entente cordial» la soporta el ex delegado de Urbanismo y de Recursos Humanos (o casi). Al menos, Carrillo tiene quien le entienda en la ejecutiva provincial del PSOE, en la que algunos integrantes le consideran «maltratado» y que vienen tiempo advirtiendo de que su situación, y el entendimiento mismo entre «oficialistas» y «críticos» en el Ayuntamiento, no podrá mantenerse durante mucho tiempo más. Pero tampoco en este sector «vierista» decididamente «pro-Carrillo» se atreven a hacer pronósticos sobre la solución a esta nueva crisis en el mismo seno de la Casa Consistorial. Lo único que tienen claro es que el delegado «acosado», antaño mano derecha de Monteseirín, «no tiene apego alguno por el sillón» y «se habría marchado hace tiempo, si hubiera dependido de él».El problema es que todos los miembros de la ejecutiva del PSOE de Sevilla son conscientes de que, en estos tiempos de crisis y de cierta debilidad socialista frente a la oposición del Partido Popular, esta nueva crisis irrumpe en el momento menos conveniente para la formación, y la salida de Emilio Carrillo del Ayuntamiento tampoco se antoja demasiado positiva para los intereses del sector «vierista».Pero, en general, en la ejecutiva provincial del PSOE también son conscientes de que el conflicto entre el alcalde y Carrillo ya está demasiado enquistado, y a esta formación política no le favorece en absoluto que sus constantes rifirafes sean constantemente aireados. Más argumentos para la particular balanza de Viera.