Distribución

Energy-Mix-Fees por Ramón Tamames

Durante mucho tiempo, la programación energética va a seguir dependiendo de las autoridades económicas. De modo que deber ir aclarándose de una vez en lo concerniente a las alternativas 

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En la división sectorial de cualquier economía, la energía (energy en nuestro título de hoy) está presente en todas las relaciones industriales y de consumo. No cabe pensar en ninguna actividad humana que no represente un mayor o menor consumo energético. Ésa es la razón de que se necesiten fuertes inversiones para hacer posible las economías de escala para abaratar costes y precios; y si no una planificación central, sí es necesaria cuando menos una cierta programación. En la que el Estado se combine con las principales empresas, a fin de hacer previsiones de producción y consumo, y mantener de esa manera unos equilibrios concretos de balance energético.Ahora lo importante es disponer de un buen «Mix energético», es decir, unas proporciones adecuadas, estratégica y económicamente hablando de distintos aprovisionamientos primarios. A partir de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas) o minerales no orgánicos (uranio), así como las procedentes del viento, del sol, geotérmicas, el mar, la biomasa, etcétera. En España, todo el mundo lo sabe, tenemos una fuerte dependencia energética de los carburantes fósiles, con la importación de algo más de un 70 por 100 de nuestras necesidades básicas en energía. Y a pesar de los esfuerzos realizados en los últimos años para reducir esa dependencia, aún estamos muy lejos de conseguirlo. Para lo cual, el sol y el viento son dos fuerzas extraordinarias que han inspirado la creación de ingenios para aprovechar sus impulsos, en fotovoltaica, termosolar, aerogeneradores, todavía a costes elevados y con fuertes subsidios. En ese sentido, los energéticos son mercados del tipo «monopolios naturales». En los que aún predominan las pautas de retribución establecidas oficialmente en el BOE (tarifas=fees en el título). Por consiguiente, durante mucho tiempo, la programación energética va a seguir dependiendo de las autoridades económicas. De modo que deben ir aclarándose de una vez en lo concerniente a las alternativas, para no crear cambios de política, y a la nuclear, siempre, indebidamente, bajo sospecha.