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Inespinosa

Corren otros vientos, más refrescantes. Seguramente porque allí tiene su nicho ecológico un inteligente Josep Puxeu. Y sobre todo, porque el talante de la triministra es más conciliador que espinoso

La Razón
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El buen talante –y ZP lo dijo muy bien al principio, para luego olvidarse– tiene mucha importancia en la vida. Especialmente a la hora de acercarse a la gente para predicar y, a ser posible, también dar trigo.
En el «Templo (o ministerio) de los Tres Medios» (TTM: ambiental, rural y marino), tenemos un caso interesante de variación de talantes. Porque la Sra. Narbona, que ahora está en París como embajadora ante la OCDE, cuando era ministra de Medio Ambiente, lucía más bien mandona. Algo que se apreció con hiriente notoriedad cuando canceló el trasvase del Ebro. Para meterse en un gran atolladero, del que ya no pudo salir en toda su ejecutoria; sobre todo por la cuestión de las desaladoras, respecto de las cuales el Sr. Baltanás, «padre de toda la potabilización hispano-antitrasvase», ha reconocido que la cosa no marcha.
Actualmente en ese TTM, corren otros vientos, más refrescantes. Seguramente, porque allí tiene su nicho ecológico un inteligente secretario de Estado de la cosa, Josep Puxeu. Y sobre todo, porque el talante de la triministra, doña Elena Espinosa, es más conciliador que espinoso. Y de ahí la clave del título de hoy de nuestra columna.
Concretamente, en el tema de los trasvases, en el TTM se aprecia una apertura considerable: ante el fundamentalismo castellano-manchego de cerrar la tajadera a los levantinos, se les trasvasará agua desde el mismo Tajo, con la anuencia de los extremeños; extrayendo los recursos hídricos necesarios de un segmento del río de más caudal, en gran medida proveniente del Jarama y, en definitiva, de Madrid. Además, parece que se han iniciado conversaciones con los franceses para succionar algo del caudaloso Ródano. Así las cosas, a doña Elena y a don Josep ya sólo les queda reabrir el expediente del trasvase del Ebro penosamente postergado. Sería una rectificación de auténticos sabios: ¡qué se decidan a ello, que nunca es tarde si la dicha es buena!