La Alternativa 20 años a la contra

danza y flamenco

Aunque haya espacio también para el drama y la reflexión. Así, en Triángulo, sala que ejerce de eje del festival, la inauguración corresponde a «Bernarda silencio», revisión del texto lorquiano a cargo de la compañía madrileña Ákate. Le seguirán varios espectáculos, entre ellos, «Lucky», una fábula de la compañía Séptimo Sentido, y otro estreno absoluto, «Vértigos», poesía y teatro firmado por la compañía Autodidacta. A partir de un poema de José Mateos, «La niebla», de los andaluces Tras el Trapo Teatro, indagan en la experiencia y la existencia. La danza estará presente con la agrupación de Roberto G. Alonso, que llega de Cataluña con «Divinaria», o el «Ciclo Voces Comunicantes», que el Proyecto Omos Uno estrena en el Teatro Independiente Sur, otro de los espacios de una gran cita que verá también estrenar a la compañía de su funda- dor, Alfonso Pindado («Huir, huir», entre otras agrupaciones).

Alfonso Pindado, fundador del Teatro Triángulo, y algunos entusiastas más, crearon en 1989 un pequeño pero ambicioso festival dedicado al teatro independiente. Ésta será la 21ª edición de La Alternativa, y contará con 8 salas, 31 espectáculos de compañías madrileñas, andaluzas, vascas, castellanas, catalanas y francesas, y 16 estrenos absolutos.

La poesía-teatro de «El insomnio de los escombros» abre el certamen en el Centro Cultural Pipo Lavapiés. Otros espacios serán la Asociación Cultural Aicha y La Escalera de Jacob. La compañía de esta sala presenta una producción propia, «El sueño», en la que aparecen nombres como el de la actriz Zoe Berriatúa. El mismo espacio ofrece dos propuestas musicales: la cultura callejera de «Lavapiés, in Fyah hip hop» y un musical atípico, «Llantos femeninos y otras torturas perversas».

Con textos de Pinter, Sanchis Sinisterra y Cavestany, la compañía Inventario presenta en la Sala Tarambana «Tigres. Cerillas. Armarios», y Studio Akasha, de Burdeos, llegan al mismo espacio con un puzzle de «sketches» cómicos: «¡A comer!». Ése es en parte el espíritu de este certamen: cabaretero, festivo y lúdico, en el que encajan discursos «cáusticos» como el de Fernando Cayo en «La terapia definitiva».