Escultura

Los artistas también dan la espalda al PSOE

El Comité Electoral organiza, con escasa presencia de público, un acto en apoyo de la cultura / «Quienes desprecian a los artistas braman contra un país», sostiene Pajín

Los artistas también dan la espalda al PSOE
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Nada es igual en esta campaña electoral. Ni la movilización, ni las estrategias, ni los candidatos, ni los apoyos a los partidos... Tanto es así, que el mundo de la cultura, siempre dispuesto al compromiso con la izquierda, plantó ayer al PSOE en un acto organizado expresamente en apoyo a los artistas. No estaba María Barranco, ni Álvaro de Luna, ni Concha Velasco, ni Serrat, ni Víctor Manuel, ni Ana Belén, ni Bosé... Sí se vio a Fran Perea, a Lluvia Rojo, a Tina Sáenz, a Malena Alterio o a Gerardo Vera, pero la nutrida representación que acompañó a Zapatero en 2008 brilló, esta vez, por su ausencia. Y eso que en el acto, celebrado en el Círculo de Bellas Artes, participaba, junto a Leire Pajín y Tomás Gómez, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde.

 

Tanto Sinde como Pajín se afanaron en la defensa de la cultura, y acusaron al PP de despreciar a los artistas por aquello que Rajoy dijo de «menos ceja y más Mayor Oreja». «Quienes desprecian a los artistas con sus insultos lo que hacen es bramar contra un país» y atacar «a quienes trabajan por mejorar la democracia y crear empleo». Ambas apoyaron a quienes defienden la libertad y la creatividad, «no se arrugan» y son «capaces de alzar la voz no para intimidar, sino para construir». La secretaria de Organización del PSOE animó a los artistas a que sigan «alzando la ceja» para criticar cuando lo sientan necesario. Lástima que el auditorio estuviese lleno de sillas vacías.

 

«Hacen falta un millón de insultos...»
Si tuviera que ganarse la vida de mitinera pasaría calamidades. La ministra de Culturá leyó unas páginas en su primer acto electoral desde que llegó al Gobierno: «Quien tiene ideas limpias no falta el respeto a los trabajadores, no insulta a los artistas, no es intolerante; defiende siempre a quienes se esfuerzan, a los creadores, defiende con verdadero patriotismo nuestra cultura». Luego, dijo que hace falta «más de un millón de insultos para asustar o hacer daño a un artista», pero advirtió de que «insultar a los creadores puede bastar para que un librero venda menos libros esta tarde o para que un teatro, una sala de conciertos o un cine vea disminuida su taquilla esta semana». Así fue su estreno en el PSOE.