País Vasco

Los militares llaman a la puerta de Patxi

Con el cambio de Gobierno en el País Vasco, la Unidad Militar de Emergencias, vetada por Ibarretxe, podrá actuar. El ex lendakari «anuló» también las maniobras anuales de la Brigada Paracaidista

El salto paracaidista en Guecho desató las iras nacionalistas
El salto paracaidista en Guecho desató las iras nacionalistaslarazon

Madrid- El cambio de Gobierno en la Comunidad Autónoma vasca ha supuesto un acontecimiento de gran calado político y aviva la esperanza de muchos de que la situación tome otro rumbo. Y entre esos muchos están los militares, vetados por Ibarretxe.
El PNV no sólo insistía en el Parlamento en que Defensa debía retirar los cuarteles del País Vasco, sino que, en la medida en la que podía, evitaba que los militares actuasen en ese territorio. Durante la anterior legislatura socialista, y con Ibarretxe en el palacio de Ajuria Enea, dos unidades fueron «vetadas» por los nacionalistas: la Brigada Paracaidista y la Unidad Militar de Emergencias.
La Brigada Paracaidista realizaba unas maniobras anuales en varias comunidades del norte de España, entre ellas el País Vasco. Durante dos décadas, completaban este macroejercicio, hasta que en 2006 el Ejecutivo vasco montó en cólera. Once paracaidistas, uno de ellos con la bandera de España, culminaron las maniobras saltando sobre una playa de Guecho entre los aplausos de un numeroso grupo de ciudadanos y la protesta de cuatro abertzales. El año siguiente no hubo maniobras. La presión nacionalista sobre el Gobierno central, necesitado de apoyos en el Congreso, llevó a Defensa a suspenderlas.
Con la llegada de Patxi López, fuentes militares han mostrado su esperanza en que estas maniobras se vuelvan a celebrar, no sólo por tradición sino porque las condiciones del terreno de esas comunidades autónomas son idóneas para el adiestramiento. Pese a todo, son conscientes de que una vez anuladas es difícil volver a realizarlas.
El caso de la UME es distinto. Ésta actúa cuando una comunidad autónoma la requiere al sufrir algún tipo de catástrofe como grandes nevadas, inundaciones o incendios, en base a acuerdos previos y a un nivel determinado de emergencia. Mediante esos acuerdos, la comunidad autónoma y la UME acceden mutuamente a sus redes de emergencia para coordinarse. El ya ex lendakari se negó siempre a firmar cualquier tipo de acuerdo con la Unidad y recurrió ante la Justicia el protocolo de actuación de sus miembros. El Supremo le dio la razón y la UME está corrigiendo los errores que pudieran haberse cometido.
Su actual jefe, el teniente general José Emilio Roldán, está estableciendo contactos con los gobiernos autonómicos para presentarse, ya que lleva poco tiempo en el cargo, y profundizar en la relación que mantiene la unidad con las instituciones regionales. En esta «gira», según señalaron fuentes militares, el teniente general recalará en el País Vasco para establecer contactos con el nuevo Ejecutivo de cara a una posible colaboración ante emergencias como las inundaciones del año pasado.
La mano está (o estará) tendida desde el estamento militar. Ahora le toca a Patxi López.