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Los nacionalistas firman un acuerdo para alentar la independencia a través del deporte

PP y PSE critican la iniciativa porque creen que se trata tan sólo de una herramienta más para conseguir la secesión.

La Razón
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Barcelona / Bilbao- Los gobiernos vasco, catalán y gallego prosiguen en su empeño de utilizar sus respectivas selecciones deportivas autonómicas como ariete de sus reivindicaciones independentistas. Con motivo del partido de fútbol Euskal Herria-Cataluña que se celebró ayer en Bilbao, los tres ejecutivos firmaron la «Declaración de San Mamés», que, entre otros asuntos, contempla la cooperación entre administraciones para que sus clubes y federaciones puedan participar «a los niveles más altos de cada competición en el nivel territorial que corresponda y, si corresponde, la plena implicación de las federaciones propias en las federaciones internacionales respectivas».

El documento recuerda que las tres comunidades tienen la competencia «exclusiva» para promocionar el deporte compartiendo «la necesidad de aunar esfuerzos tanto en el ámbito político como en el de la promoción del propio sistema deportivo». Por eso, creen que «el pleno desarrollo y el más alto nivel de la competición deportiva se encuentra en el ámbito de las federaciones deportivas internacionales», ya que son «entidades privadas sometidas a su propia normativa», por lo que correspondería a cada federación «su afiliación a las correspondientes federaciones deportivas internacionales».

La «Declaración de San Mamés» fue firmada sobre el césped del campo de San Mamés por la consejera de Cultura y portavoz del Gobierno Vasco, Miren Azkarate, la consejera de Cultura y Deportes de la Xunta de Galicia, Anxela Bugallo, y el vicepresidente de la Generalitat de Cataluña, Josep Lluis Carod-Rovira. Éste dejó claro que el texto no pretende ir «contra nadie» y aseguró que «estamos aquí a favor del deporte», así como «a favor de nuestros países como países deportivos» y «porque queremos competir entre nosotros y con todos los otros países del mundo», ya que «no queremos limitaciones políticas al deporte» y «tenemos competencias exclusivas en deporte que pensamos ejercer».

La iniciativa fue duramente criticada tanto por el PP como por el PSE. El presidente de los populares en Barcelona, Alberto Fernández Díaz, afirmó que partidos como el de ayer son mítines «independentistas con un balón en el centro». Además de criticar a Zapatero por su «pasividad» ante este encuentro, Fernández Díaz denunció la presencia «institucional» de Carod-Rovira acusando al presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, de ser «coautor» del partido. Su compañero de formación y portavoz de Deportes en el Congreso, Francisco Antonio González, añadió que el hecho de que la selección del País Vasco se autodenomine Euskal Herria ya es un triunfo en sí de ETA y su entorno, inventores del término.

Desde el PSE-EE, José Antonio Pastor dijo «que se aprovecha el viaje, que despierta entusiasmo porque a la gente le gusta el fútbol y quiere sentirse identificada con unos colores, para colar de rondón reivindicaciones de partido» de tipo independentista, que, en su opinión se realizan en nombre de «todo el pueblo vasco, y eso no es cierto».

Horas antes del partido de fútbol entre Euskadi y Cataluña, una marcha bajo el lema «Euskal Herria, una nación, una selección» recorrió las calles de Bilbao para reivindicar la oficialidad de las selecciones deportivas vascas.